Orange tiene nuevo Obispo
Viene de Texas y habla español, y está ansioso por comunicarse con los latinos, Kevin W. Van sustituirá al actual obispo, Todd Brown, a finales de este año
A partir de diciembre, la Diócesis de Orange tendrá un nuevo Obispo: Kevin W. Vann, de la Diócesis de Fort Worth (Texas), quien sustituirá al actual Obispo, Todd Brown, cuando éste se retire a mediados de diciembre.
El nativo de Springfield, Illinois, viene de una parroquia en la que estuvo al frente por siete años y en donde realizó un excelente trabajo en la diócesis, colaborando con la ampliación del sistema de escuelas católicas, la expansión del número de seminaristas y la ordenación de sacerdotes.
El anuncio fue dado a conocer por el Obispo Brown, el día de ayer, en la sede de la diócesis ubicada en la ciudad de Orange. Brown señaló su satisfacción por la designación de Vann para desempeñar su cargo y enfatizó el período de crecimiento que Vann ha llevado a su diócesis durante sus siete años como pastor.
“Con todas las cosas vitales en las que estamos trabajando en nuestra diócesis, muchos estuvimos contando en que el Santo Padre para que nombrara a alguien dispuesto a trabajar y ayudarnos a mantenernos en la dirección correcta”, dijo el Obispo Brown. “Su Santidad ha designado a un hombre versado en derecho canónico y con algo poco visto en el clero: visión para los negocios”.
Vann , por su parte, señaló lo bendecido que se sentía por haber sido escogido como el cuarto obispo de esa diócesis. Agregó que ésta era una época de transición en su vida, con la muerte de su madre a principios de verano y su partida de Texas para estar entre ellos.
“Cuando un obispo o sacerdote es transferido de una parroquia a otra, o de una diócesis a otra, ellos dejan una familia atrás pero obtienen otra nueva”, dijo Vann, quien prometió que trabajaría junto a su nueva familia para crecer juntos y servirles con la ayuda de Dios.
Para comunicarse con los feligreses latinos que conoció en su época de sacerdote en Illinois y luego como obispo en Texas, Vann aprendió español por sí mismo, complementándolo con dos cursos de verano en México.
“Una de las muchas bendiciones que he aprendido de mis hermanos hispanos es llamar a a la iglesia la ‘Familia de Dios'”, dijo Vann, refiriéndose a su experiencia con la comunidad latina de su diócesis, la cual comprendía un 50 por ciento. “Aprendí que ellos viven le fe en familia”.
Vann añadió que, por ser nuevo, no tenía una idea o plan especifico para mostrar en estos momentos pero que estaba seguro que Dios les mostraría su plan y su propósito cada día. Una de sus aspiraciones es trabajar por la comunidad latina de la diócesis.
“Agradezco a Dios por esta oportunidad. Prometo a los hispanos compartir con ellos en los momentos de alegría y los momentos difíciles y conocerlos con todo mi corazón”, dijo Vann a La Opinión. “Yo estoy aquí como pastor para hablarles de la presencia de Dios.