La detención de migrantes
Más de un centenar de organizaciones religiosas y pro derechos humanos enviaron una carta al Presidente Barack Obama esta pasada semana, pidiendo que atienda para un problema que necesita urgente solución: las violaciones a derechos básicos que experimentan muchos inmigrantes detenidos mientras esperan su proceso de deportación o asilo.
Este no es un tema nuevo, pero a pesar de algunas medidas tomadas por el gobierno de Obama para estandarizar las reglas de detención y monitorear mejor estos centros, el problema no se ha resuelto.
Parte del problema es que el gobierno federal no tiene espacio para contener a los más de 400,000 inmigrantes procesados cada año por este sistema civil y a los que leyes exageradamente estrictas ordenan mantener detenidos y por tanto, alquila camas en cárceles locales, de condados y también en centros manejados por empresas privadas como Geo Group y Corporations Corrections of America.
Durante los últimos dos o tres años, grupos pro derechos humanos han monitoreado y visitado muchos de estos centros y entrevistado a cientos de detenidos y ex detenidos. Hay evidencias de que los problemas son serios y que no han mejorado aún con la publicación de estándares de detención. Los problemas denunciados incluyen el uso arbitrario de castigos extremos como las celdas de aislamiento -para una población que no es criminal, sino civil, la falta de atención médica básica, mala comida y condiciones en general, hacinamiento y maltrato verbal, entre otros.
Los grupos de derechos civiles piden al Presidente Obama que cierre los diez peores centros de detención y que considere alternativas a la detención para inmigrantes que no representan un peligro para la comunidad. Coincidimos en que es un problema a atender de inmediato.