Dos amigas hacen realidad su fantasía y crean un negocio de piñatas personalizadas

Las elaboran con todos los personajes, y en los tamaños y figuras que la gente les pida

Dulce Franco muestra algunas de sus originales piñatas. (Cortesía)

Dulce Franco muestra algunas de sus originales piñatas. (Cortesía) Crédito: Cortesía

Cuando Dulce Franco compartió con su amiga Karen Peters la necesidad de emprender algún negocio porque quería ser independiente en lo económico, no imaginó que juntas crearían una pequeña empresa de piñatas personalizadas.

“Abrimos Fantasia Piñatas hace tres meses, y ha sido difícil el principio porque creamos piñatas de alta calidad que son más caras, pero mucho más bonitas que cualquier otra piñata”, dice Dulce.

La idea de crear un negocio de piñatas personalizadas para toda ocasión, hechas al gusto del cliente, surgió este año.

Karen Peters posa al lado de algunas de sus piñatas. (Cortesía)

Dulce y Karen son dos jóvenes madres de familia, dedicadas al hogar y al cuidado de sus hijos. Dulce es de Chihuahua, México. Hace casi 10 años que vino a Estados Unidos y es madre de un menor de 9 años. Su amiga Karen, es de la Ciudad de México, y madre de dos niños de 5 y 8 años.

Ambas viven con sus respectivas familias en Los Ángeles.

“Aunque ayudo a mi esposo a llevar la administración de su negocio, me vino como una depresión muy fuerte al pensar que no era independiente económicamente y si algo pasaba, no tendría los medios para salir adelante. También quería hacer algo por mí misma”.

Al hablar con su amiga Karen y platicarle de sus sentimientos, decidieron emprender algo juntas.

“A mi amiga, le gustan mucho las manualidades, y es muy buena para eso. Entre las dos pensamos en hacer piñatas personalizadas, porque las que hemos visto en el centro de Los Ángeles, no están tan bonitas”.

Así fue como se lanzaron a crear Fantasía Piñatas. “Nuestro lema es, lo que imagines, lo creamos”.

Pero además de eso, explica que sus piñatas son de cartón, no se rompen tan fácilmente y son muy resistentes.

“En lugar de papel de china, utilizamos papel crepé y materiales de buena calidad que no se encuentran en las piñatas más baratas”.

Dice que ellas aprendieron solas a hacer sus piñatas, y crean sus propios moldes y dibujos. “En general a cada piñata le dedicamos de 10 a 12 horas. Somos muy detallistas. Y mi amiga Karen y yo nos hemos complementado muy bien. El trabajo es mucho porque comenzamos desde cero”.

Los precios – dice – dependen del tipo de piñata, el tamaño y los detalles que quieran que les agreguen.

“Es probable que una piñata en el centro de Los Ángeles les cueste $30; y la de nosotros, personalizada va desde $45, pero es una piñata única con la que los niños se emocionan, y es un adorno paras las fiestas”.

Las personas interesadas en una de las piñatas personalizadas de Dulce y Karen, las  pueden ordenar a través de su cuenta en Instagram, Fantasía Piñatas.

“Les pedimos que las ordenen con una semana de anticipación”.

Dulce Franco dice que ella y su amiga Karen Peters están contentas con su negocio de piñatas únicas. (Cortesía)

Dulce dice que aunque las han invitado a hacer piñatas sencillas a granel para las tiendas de piñatas, han rechazado la invitación porque quieren enfocarse en su proyecto de piñatas únicas. 

“En lugar de 30 a 50 a la semana, preferimos hacer 10 piñatas a la semana. No queremos bajar la calidad”.

Y agrega que están muy contentas y satisfechas de haber dado el primer paso hacia su libertad financiera, y de crear piñatas que enamoran a los niños.

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