Techo de la deuda: Terminó otra ronda y el único acuerdo es que EE.UU. no puede dejar de pagar
Las negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso sobre el límite al techo de la deuda continuaron el martes sin un acuerdo que ofrezca solución cuando se acerca el momento en que Estados Unidos incumpla sus pagos
El único resultado que hasta ahora se ha obtenido en las negociaciones que realizan asesores de la Administración de Joe Biden y de los líderes del Congreso sobre la necesidad de aumentar el techo de la deuda para pagar deudas contraídas por Estados Unidos es que todos coinciden en que Estados Unidos nunca ha dejado de pagar sus deudas y no puede dejar de pagar, según comentó el domingo el presidente Biden.
“Los cuatro líderes del Congreso están de acuerdo conmigo en que el incumplimiento no es una opción. Espero que cada uno de estos líderes cumpla con ese compromiso. Estados Unidos nunca ha dejado de pagar sus deudas. Y nunca lo hará”.
Los negociadores republicanos y de la Casa Blanca se reunieron nuevamente el martes, sin llegar a un acuerdo para que Estados Unidos pueda pagar sus deudas.
Las conversaciones no van bien, según los negociadores republicanos clave Patrick McHenry y Garret Graves.
El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo el martes que no está cerca de un acuerdo bipartidista con el presidente Joe Biden para evitar el primer incumplimiento de pago de la deuda de la nación.
No se sabe exactamente cuándo el gobierno federal ya no podrá pagar sus cuentas en su totalidad y a tiempo, pero ese plazo podría llegar tan pronto como a principios de junio.
Sin acuerdo y en busca de alargar el plazo
“Estamos realmente en una encrucijada en esta negociación, pero el presidente (Joe) Biden no se ha tomado este tema seriamente”, criticó en conferencia de prensa el “número dos” de los republicanos en la Cámara Baja, Steve Scalise, un día después de que el Presidente Biden y el líder de la Cámara, el conservador Kevin McCarthy, mantuvieran una nueva reunión en la Casa Blanca en la que no se llegó a un acuerdo pero que según McCarthy fue “productiva”.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, rechazó las críticas republicanas, calificándolas de “ridículas” y haciendo énfasis en que alcanzar un acuerdo va más allá de rencillas políticas.
“Esto es urgente, pero no es político. Se trata de hacer el trabajo para el pueblo estadounidense, hemos pedido al Congreso una y otra vez, durante los últimos cinco meses, que actúe, es su deber constitucional”, señaló la portavoz en una rueda de prensa.
Pero aunque se reconozca la gravedad de esta crisis por quienes tienen el poder para solucionarla, lo que se mantiene sin variaciones es la falta de un acuerdo para resolverla y las acusaciones de irresponsabilidad cruzadas entre legisladores demócratas y republicanos, por estar abocando al país al impago.
Un grupo significativo de legisladores republicanos de la Cámara de Representantes planteó el martes nuevas preguntas sobre si la fecha límite del 1 de junio del Departamento del Tesoro para evitar un posible incumplimiento de pago de la deuda de EE.UU. era precisa, en busca de una extensión que les permita seguir exigiendo a la Administración que acepte sus condiciones, según CNBC
“Nos gustaría ver más transparencia sobre cómo llegan a esa fecha”, dijo el martes el líder de la mayoría de la Cámara, el representante Steve Scalise, en una conferencia de prensa. Scalise también dijo que creía que los últimos comentarios de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, publicados el lunes, “implican que es el 1 de junio o más tarde, lo que da cierta apertura a la idea de que el 1 de junio puede no ser la llamada fecha X”.
Un culpable y no una solución
A 9 días del 1 de junio, fecha en la que el Departamento del Tesoro calcula que se pueden agotar las reservas con las que actualmente se están financiando las obligaciones gubernamentales, los republicanos dejaron claro que esa eventual suspensión de pagos no se les puede achacar a ellos, sino a Biden, porque ellos presentaron sus planes y el Presidente no los acepta.
En tanto, la vocera de la Casa Blanca rechazó las críticas republicanas, calificándolas de “ridículas” y haciendo énfasis en que alcanzar un acuerdo va más allá de rencillas políticas.
“Esto es urgente, pero no es político. Se trata de hacer el trabajo para el pueblo estadounidense, hemos pedido al Congreso una y otra vez, durante los últimos cinco meses, que actúe, es su deber constitucional”, señaló la portavoz en una rueda de prensa.
Los temas que aún estaban sobre la mesa el martes por los republicanos incluían recortes a reformas a los permisos de energía, nuevos requisitos de trabajo para que individuos puedan recibir algunas formas de ayuda federal y la redistribución de los fondos de emergencia de Covid-19 no utilizados.
También sobre la mesa están losrecortes denominados como “ahorros de salud”, que podrían incluir reformas sobre cuánto paga el gobierno a las compañías de atención médica en varios de los principales planes federales de seguro de salud, relacionados con Medicare y la Ley de Cuidado de Salud Accesible, conocida como Obamacare.
Biden espera llegar a un acuerdo de límite de deuda que retrasaría la próxima fecha límite más allá de las elecciones presidenciales de 2024. Pero los republicanos de la Cámara, que hasta ahora han respaldado solo un aumento de un año, dicen que si Biden quiere más tiempo, entonces deberá aceptar más recortes.
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