Contra la sed de los inmigrantes: desaparecen los barriles de agua que voluntarios dejan en Texas para ayudarlos
Los barriles de agua potable que un grupo de derechos humanos había colocado estratégicamente para que inmigrantes que viajan a pie en medio de las altas temperaturas pudieran usarlos, han desaparecido
Autoridades y activistas del sur de Texas están ante un misterio en esta árida región cercana a la frontera con México porque han desaparecido los barriles de agua potable que un grupo de defensor de los derechos humanos había colocado estratégicamente para prevenir sufrimientos y muertes de los inmigrantes indocumentados que viajan a pie en medio de las altas temperaturas que castigan esa zona.
Por lo general, estos barriles son difíciles de perder. Etiquetados con la palabra “AGUA” pintada en blanco, en letras mayúsculas y de pie hasta a la altura de la cintura, los tambores azules de 55 galones (208 litros) se destacan contra la maleza.
Y las autoridades no tienen pistas para aclarar qué ha ocurrido con alrededor de una docena de barriles de plástico con capacidad para unos 200 litros, según reportó el diario The Houston Chronicle.
Evitando muertes de inmigrantes
La desaparición de los barriles de agua ocurre cuando las altas temperaturas en una zona casi desértica y usualmente transitada por inmigrantes que tratan de entrar en Estados Unidos evitando encuentros con la Patrulla Fronteriza y es muy difícil saber exactamente cuantos inmigrantes pueden haber muerto caminando en esas condiciones sin hallar agua.
El agua y el sistema de ubicación de los barriles cerca de rutas que usualmente usan los inmigrantes cuando atraviesan el desierto de Sonora suponen un alivio para los inmigrantes en un verano en el que las temperaturas han superado los 43 grados Celsius por varias semanas y previene que mueran de deshidratación y exposición a las altas temperaturas.
El grupo Fronteras Compasivas (Humana Borders), ha estado instalando tanques de agua desde 2001 y contando las muertes de migrantes en el desierto desde ese momento, con la ayuda de la Oficina del Médico Forense del Condado de Pima, según un reporte de esta organización.
Los datos muestran que 226 migrantes fueron encontrados muertos en Arizona en 2021.
Rubén Garza, investigador de la Oficina del Sheriff del condado de Jim Hogg, dijo al diario que nada indica que los barriles se hayan derretido o destruico por los incendios que han azotado la región.
“No podemos darnos el lujo de perder tiempo en lo que hacemos”, dijo Garza. Las lágrimas corrían por su rostro al recordar haber ayudado a localizar a un inmigrante desaparecido que se sobrecalentó en la maleza, pidió ayuda, pero murió momentos después de su rescate.
La Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas(IOM) estima que casi 3,000 migrantes han muerto al cruzar de México a Estados Unidos ahogados en Río Grande o por falta de refugio, comida o agua.
Los grupos humanitarios comenzaron a colocar agua para los inmigrantes en lugares del lado estadounidense de la frontera con México en la década de 1990, después de que las autoridades comenzaran a encontrar los cadáveres de quienes sucumbieron a las duras condiciones.
Fronteras Compasivas, por ejemplo, es uno de los que colocan estos barriles de agua potable para salvar vidas de inmigrantes en el desierto de Arizona y el siguiente video es un testimonio de sus actividades.
Garza creyó era posible que las cuadrillas que trabajan en el mantenimiento de caminos movieran algunos barriles de agua, pero el Departamento de Transporte de Texas negó que su personal lo hubiera hecho.
No se descarta que los barriles hayan sido removidos por particulares. La zona fronteriza tiene una larga historia de personas que han interferido con el agua para los migrantes.
Por ahora, el misterio de los barriles de agua potable desaparecidos sigue sin resolverse. Pero los activistas están dispuestos a reemplazarlos.
La Oficina Forense del condado de Jim Hogg ha informado que la mayoría de los inmigrantes que han muerto en el cruce por áreas desérticas sufrieron golpe de calor.
Texas ha reforzado la vigilancia de su frontera con México instalando alambre de púas y una barrera de boyas en el fronterizo río Grande (río Bravo en México), entre otras medidas tomadas por el gobernador Greg Abbott, lo que ha obligado a los inmigrantes a cruzar por zonas más peligrosas, según han reportado organizaciones proinmigrantes.
Con información de The Associated Press y NPR
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