La ketamina puede aliviar síntomas depresivos en horas
Científicos identifican el mecanismo molecular de la ketamina en dosis bajas, abriendo camino para nuevos tratamientos contra la depresión
El hallazgo abre la puerta al desarrollo de medicamentos que puedan imitar el mecanismo de la ketamina y ofrecer tratamientos antidepresivos. Crédito: fizkes | Shutterstock
Neurocientíficos de la Universidad de Buffalo han dado un paso significativo en la comprensión de cómo la ketamina en dosis bajas alivia la depresión mayor rápidamente, un descubrimiento que podría revolucionar el tratamiento de trastornos psiquiátricos.
Este avance, publicado en Molecular Psychiatry y Nature, no solo proporciona una visión crucial sobre la interacción de la ketamina con el cerebro, sino que también establece una base para futuros desarrollos de fármacos inspirados en la ketamina que puedan tratar una variedad de trastornos mentales.
Históricamente utilizada como anestésico desde la década de 1960, la ketamina ha mostrado un efecto antidepresivo en dosis muy bajas desde los primeros ensayos en el año 2000. Esta capacidad de proporcionar alivio casi instantáneo en pacientes con depresión severa y pensamientos suicidas se destacó por primera vez cuando los resultados de ensayos revelaron que la ketamina aliviaba los síntomas de la depresión en cuestión de horas, a diferencia de los antidepresivos convencionales que requieren semanas.
La rapidez de su acción la convierte en un “medicamento que salva vidas”, como lo describe Gabriela K. Popescu, profesora de bioquímica en la Universidad de Buffalo y autora principal del estudio.
A nivel molecular, los científicos habían intentado durante años comprender porqué la ketamina puede proporcionar efectos tan inmediatos y duraderos en el alivio de la depresión. La investigación liderada por Popescu ha logrado identificar el sitio específico en el receptor N-metil-D-aspartato (NMDA) al que se une la ketamina en dosis bajas.
Acción rápida contra la depresión
Este receptor, esencial para funciones como la cognición, el aprendizaje y la memoria, juega un papel central en el sistema nervioso central. Al unirse selectivamente a poblaciones específicas de estos receptores, la ketamina produce un efecto inhibidor particular que Popescu y su equipo han descrito como la clave para su acción rápida contra la depresión.
Los receptores NMDA son conocidos por su papel en el mantenimiento de la conciencia, y cuando los fármacos actúan sobre todos los receptores indiscriminadamente, suelen presentarse efectos secundarios psiquiátricos adversos.
La ketamina, en cambio, tiene una alta afinidad por receptores NMDA activos de manera crónica, es decir, aquellos que no están involucrados en activaciones rápidas y transitorias, lo que permite que se eviten efectos secundarios importantes.
Este descubrimiento fue posible gracias a una observación de la coautora Sheila Gupta, quien notó que la ketamina inhibía con mayor fuerza a los receptores NMDA que estaban activos en el tiempo, lo cual llevó a investigar su mecanismo de acción único.
El hallazgo abre la puerta al desarrollo de medicamentos que puedan imitar el mecanismo de la ketamina y ofrecer tratamientos antidepresivos rápidos, seguros y efectivos sin el riesgo de adicción.
Popescu destaca que este sitio de unión específico ofrece una “plantilla perfecta” para desarrollar fármacos similares que, administrados de manera oral y sin efectos adictivos, podrían ampliar las opciones de tratamiento de la depresión mayor y otros trastornos psiquiátricos.
Los próximos pasos incluyen explorar otros fármacos que puedan unirse a estos sitios específicos del receptor NMDA, primero mediante simulaciones computacionales y luego a través de pruebas experimentales. Este avance marca un hito en la comprensión de la biología de la depresión y sitúa a la ketamina como un modelo para futuros medicamentos que puedan transformar el tratamiento psiquiátrico global.
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