Cómo saber si los diabéticos pueden utilizar monitores continuos de glucosa

Monitores continuos de glucosa ganan popularidad entre personas sin diabetes, pero generan debate sobre su efectividad, accesibilidad y ética en su uso

Diabetes en EE.UU:

La Asociación Americana de la Diabetes publicó recientemente los Estándares de Cuidados para Diabetes – 2023, lineamientos nuevos y actualizados para el cuidado de individuos con diabetes y prediabetes. Crédito: Shutterstock

Lia Pinelli, una mujer de 46 años de Buffalo, Nueva York, se enfrentó a un desafío médico en 2023. Sus síntomas repentinos, que incluían fatiga extrema, sudores nocturnos, aumento de peso inexplicable y hambre intensa, fueron inicialmente atribuidos por su médico a la perimenopausia.

Sin embargo, al no encontrar alivio y con un empeoramiento de su condición, Pinelli decidió tomar las riendas de su salud.

La solución, según reseña Usa Today llegó en forma de un monitor continuo de glucosa (CGM), un dispositivo originalmente diseñado para personas con diabetes. Los datos revelaron episodios recurrentes de hipoglucemia, llevando a su médico a profundizar en el caso y considerar posibles causas autoinmunes. 

Este giro en la búsqueda de respuestas médicas pone de relieve el creciente uso de los CGM por parte de personas sin diabetes, una tendencia impulsada por su disponibilidad sin receta desde marzo de 2023, tras la aprobación por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos.

Los dispositivos, diseñados para monitorear los niveles de azúcar en sangre en tiempo real, se han popularizado como herramientas para mejorar la salud y el bienestar. Aunque algunos nutricionistas alientan su uso para identificar patrones alimenticios y prevenir enfermedades crónicas, otros expertos cuestionan su eficacia para quienes no tienen condiciones metabólicas diagnosticadas. 

El debate sobre los CGM trasciende los beneficios individuales y aborda preocupaciones éticas y económicas. Personas con diabetes, expresan frustración ante la facilidad con que quienes no tienen la enfermedad pueden acceder a estos dispositivos, mientras que muchos pacientes enfrentan largos procesos burocráticos y altos costos para obtenerlos.

Costos de los monitores de glucosa

Actualmente, los consumidores pueden elegir entre varias opciones aprobadas por la FDA. El monitor Stelo de Dexcom y los dispositivos Lingo y Libre Rio de Abbott ofrecen distintas configuraciones y precios, con costos mensuales que oscilan entre $49 y $99.

Sin embargo, estos modelos de venta libre tienen limitaciones significativas en comparación con los CGM recetados, como la falta de alertas críticas para niveles peligrosos de azúcar y una menor frecuencia de actualización de datos. 

El uso de estos dispositivos entre personas sin diabetes ha despertado interés en la comunidad médica. Investigaciones recientes, como un estudio de la Universidad de Boston, sugieren que las fluctuaciones frecuentes de glucosa en personas saludables podrían estar asociadas con riesgos cardiovasculares.

Sin embargo, aún no está claro qué niveles de azúcar en sangre son óptimos para quienes no tienen diabetes. La profesora Nicole Spartano, autora del estudio, subraya que “no sabemos necesariamente qué es saludable” en términos de picos glucémicos en esta población. 

A pesar de las limitaciones, los CGM están transformando la forma en que las personas sin diabetes interactúan con su salud metabólica.

Sin embargo, las comunidades de bajos ingresos, desproporcionadamente afectadas por la diabetes, enfrentan barreras económicas para acceder a los CGM. Mientras tanto, la demanda entre personas no diabéticas resalta la necesidad de reevaluar políticas de seguro y precios para garantizar que estos dispositivos estén disponibles para quienes más los necesitan.

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