Aumentan las tasas de cáncer de próstata avanzado en California

La incidencia del cáncer de próstata avanzado aumentó en California tras el cambio en pruebas de detección, evidenciando la necesidad de estrategias eficaces

Cáncer de próstata: el diagnóstigo de un atleta despierta el interés en la prevención

La próstata, una glándula del tamaño de una nuez ubicada debajo de la vejiga, tiene la función principal de producir el líquido seminal Crédito: Shutterstock

Un nuevo estudio publicado en JAMA Network Open reveló que la incidencia del cáncer de próstata avanzado ha aumentado en California desde que se modificaron las recomendaciones sobre la detección de la enfermedad. Además, la reducción sostenida en la tasa de mortalidad se ha estancado en la mayoría de las regiones del estado. Los hallazgos sugieren que la eliminación de pruebas sistemáticas podría haber dejado sin diagnóstico temprano a un número significativo de pacientes, poniendo en riesgo su supervivencia.

El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente entre los hombres en Estados Unidos y la segunda causa de muerte por cáncer en esta población. Aunque la mayoría de los tumores son de bajo grado y tienen un impacto clínico mínimo, algunos son agresivos y pueden diseminarse rápidamente si no se detectan a tiempo. La herramienta diagnóstica más utilizada es la prueba del antígeno prostático específico (PSA), que, aunque eficaz para detectar la enfermedad, no distingue entre tumores de alto y bajo riesgo, lo que ha generado un debate sobre su utilidad.

Durante años, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) recomendó la realización de pruebas de detección generalizadas para todos los hombres. Sin embargo, en 2012, la institución dejó de apoyar esta estrategia, argumentando que conducía a diagnósticos innecesarios y a tratamientos agresivos en casos en los que la enfermedad no representaba un peligro real. Esta decisión marcó un cambio significativo en la política de salud pública y tuvo repercusiones a largo plazo en la incidencia y mortalidad del cáncer de próstata.

Los investigadores analizaron los registros de casi 388.000 hombres diagnosticados con cáncer de próstata en California entre 2004 y 2021. De ellos, el 7,2 % presentaba una enfermedad en estado avanzado al momento del diagnóstico, lo que equivale a aproximadamente 28.000 pacientes. En total, durante el período analizado, se registraron 58.754 muertes relacionadas con la enfermedad.

Antes de 2010, la incidencia de cáncer de próstata avanzado se había mantenido estable o en descenso. No obstante, a partir de 2011, se observó un aumento anual del 6,7 % en California, cifra superior al incremento del 4,5 % registrado a nivel nacional entre 2011 y 2019. A nivel regional, el sur del Valle de San Joaquín presentó el menor aumento (2,3 % anual), mientras que la Costa Central registró el mayor incremento, con un 9,1 % anual.

En cuanto a la mortalidad, el estudio evidenció que la tasa de fallecimientos por cáncer de próstata disminuyó un 2,6 % por año entre 2004 y 2012. Sin embargo, tras la suspensión de las pruebas sistemáticas, la reducción en la mortalidad se detuvo en el 70 % de las regiones del estado. El Inland Empire registró las tasas de mortalidad más altas, seguido de San Diego-Imperial y la Costa Norte, mientras que la tasa más baja se observó en el Área de la Bahía de San Francisco.

Para los autores del estudio, estos resultados reflejan un patrón. Erin L. Van Blarigan, investigadora de la Universidad de California, San Francisco (UCSF), enfatizó que el aumento de casos avanzados es una tendencia que afecta a todas las edades, etnias y regiones de California. “Nuestros datos subrayan la urgencia de este problema. Encontrar el mejor enfoque para la detección del cáncer de próstata sigue siendo un reto para la comunidad médica y científica”, afirmó.

Por su parte, Scarlett L. Gomez, coautora del estudio, señaló que es fundamental continuar monitoreando la evolución de la enfermedad en California y en todo el país. Según la especialista, comprender cómo las pautas de detección influyen en diferentes poblaciones permitirá desarrollar estrategias más precisas que equilibren los beneficios del diagnóstico temprano con la reducción de tratamientos innecesarios.

El debate sobre la detección del cáncer de próstata sigue abierto. Mientras algunos expertos insisten en la necesidad de realizar pruebas sistemáticas para evitar diagnósticos tardíos, otros advierten sobre los riesgos de intervenciones innecesarias en pacientes con tumores de bajo riesgo. No obstante, el aumento de casos avanzados sugiere que el acceso a pruebas de detección temprana podría marcar una diferencia crucial en la evolución de la enfermedad.

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