Ecos Migrantes, voces que rompen el discurso racista
Soudi JIménez lleva al papel los testimonios de inmigrantes de a pie que han logrado superar la adversidad
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Soudy JIménez presenta su libro Ecos Migrantes. Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia
El periodista salvadoreño Soudi Jiménez hizo realidad su sueño de integrar en un libro algunas de las historias sobre migrantes que ha escrito y que más le han impactado durante su carrera en Los Ángeles.
“En mi libro Ecos Migrantes van a encontrar noticias, reportajes y crónicas ya publicadas en línea entre 2019 y 2024″.
“Son un total de 27 historias, tres fueron publicadas en Hoy (el desaparecido medio en español del diario Los Angeles Times) y 24 en la plataforma del LA Times en Español“.
La idea de escribir sus Ecos Migrantes le vino a Soudi, a partir de lo que él llama “un empujón” que le dio su exeditor, Reed Johnson con quien trabajó cuatro años.
“Yo venía de la nota corta, rápida; y cuando vi su estilo narrativo, descriptivo con más detalle y menos citas, construido en base a la observación, me encantó”, recuerda.
El contacto con el estilo literario de su editor, animó a Soudi.
“Se me prendió el foco; y dije, ‘voy a hacer algo’ “.
Ese algo se convirtió en su libro Ecos Migrantes que presentó este mes de febrero en la Casa Pico de Los Ángeles.
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Pero cómo le hizo para seleccionar las historias para su libro.
“Busqué noticias que tuvieran un valor para la comunidad en el tiempo, en lo cultural y académico”.
En un inicio había escogido 40 historias, pero fue depurando conforme armaba su libro.
“Algunas se repetían y las saqué. Al final quedaron las que debían estar, las que tuvieron más peso”.
Ecos Migrantes también es un esfuerzo del periodista porque sus historias más sentidas queden impresas en el papel.
“24 de las historias que aparecen en el libro fueron publicadas en la web, y solo tres en papel”.
Una docena de sus historias aparecieron en inglés, pero no en español.
Así que sus Ecos Migrantes – dice – son una forma de poner sus historias en un documento escrito.
Aún antes de soñar con publicar el libro, dice que tuvo que pedir el aval del periódico LA Times en Español, que le autorizó a publicarlas.
Y también considera un logro haber conseguido que Copérnico, una editorial guatemalteca aceptara publicárselo; ya que inicialmente él pensaba autopublicarse.
Más allá de que sus historias periodísticas quedaran integradas en un libro, Soudi dice que Ecos Migrantes llevan la intención de desmitificar la narrativa xenófoba.
“El presidente está diciendo que todos somos violadores, delincuentes. No está hablando de los migrantes europeos y asiáticos sino de los latinos, cuando la gente se puede dar cuenta que venimos a contribuir”.
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En sus Ecos Migrantes, comenta el periodista, el lector encontrará historias de gente de a pie, en las ciencias y la academia y en muchos otros campos.
Su libro – dice- contiene historias fascinantes no porque él las escribió sino porque son un ejemplo de vida que le generan un nudo.
“Hay historias tan sencillas en el libro, como la de dos personas con discapacidad que dan la mejor enseñanza de vida. Está la historia de un muchacho que sufría discriminación porque no se podía valer por sus piernas; y que cuenta que muchas veces intentó tirarse debajo de un auto por el acoso que sufría.
“Ahora es un modista quien vive de hacer pantalones, camisas, trajes. Es una persona inteligente que habla dos idiomas, quiché y español. En su silla de ruedas nos dan lecciones de vida”.
En las páginas de su trabajo, se encuentra también la historia de Angélica Gutiérrez, una académica que va por Estados Unidos dando conferencias sobre el fenómeno del impostor.
“A ella, cuando era niña le decían que tenía una discapacidad porque solo hablaba español; y la estaban enviando a una escuela de educación especial porque no participaba y no entendía las tareas. Como Angélica, hay muchos casos en nuestra comunidad. Ahora ella se pasa dando talleres y charlas en la comunidad, y en universidades sobre su experiencia, inspirando a otros.”
Todos esos testimonios que muchas veces pasan desapercibidos, dice Saudi, demuestran que nuestra gente viene a trabajar a Estados Unidos, y a desempeñar los empleos físicamente más pesados pero también trabajo intelectual..
“Esta gente le rompe el discurso a cualquier politico racista”, dice.
Soudi nació en Ahuachapán, una ciudad en El Salvador que colinda con Guatemala. Su familia se mudó a San Salvador cuando él apenas tenía diez años, donde sufrió bullying por hablar con expresiones más propias de Guatemala que de El Salvador.
Hace 20 años, empacó sus maletas y vino a vivir a Los Ángeles, al conseguir empleo en el Consulado de El Salvador.
“Llegué el 20 de febrero de 2005. Trabajé siete años en varias tareas consulares; y durante dos años en comunicaciones”.
Contrario a lo que muchos pueden pensar, los puestos en los consulados no son muy bien pagados.
“La gente tiene la impresión de que ganamos muy bien porque vamos de traje y corbata, pero en realidad percibíamos un poco más del salario mínimo. En 2005, eran como $1,900 al mes, un salario de pobreza”.
El problema es que dejar el empleo consular, le significaba quedarse indocumentado.
En 2010, el horizonte se le abrió a Soudi cuando encontró el amor y se casó con una mexicana, quien además de todo era ciudadana estadounidense.
Gracias a su matrimonio, Soudi obtuvo su residencia.
La oportunidad de incursionar en el periodismo se le presentó cuando el fallecido periodista Jesse Linares, quien trabajaba para Hoy, la publicación en español del periódico LA Times, le preguntó si no sabía de alguien que quisiera trabajar con ellos.
“Le referí a dos personas, pero en una fiesta que tuve en mi casa, cuando Jesse ya se iba, le pregunté que si yo no podía aplicar”.
Para ese momento, Soudi aún trabajaba en el área de comunicaciones del Consulado de El Salvador en Los Ángeles.
“Hice todo el proceso, pero al final el puesto se le dieron a Selene. Un año después, en abril de 2012, Reynaldo Mena, me preguntó si todavía estaba interesado en trabajar como reportero”.
El día que llegó para su entrevista, se encontró con la noticia de que Jesse Linares había fallecido de un cáncer terminal.
“En la entrevista, Reynaldo me preguntó, sabes por qué estás aquí… Jesse te recomendó”.
El resto es historia, Soudi trabajó para Hoy desde mayo de 2012 hasta el 2019 cuando se convirtió en plataforma digital y desapareció su edición impresa semanal. Posteriormente Hoy se convirtió en LA Times en Español que es una plataforma digital.