Virus de Epstein-Barr causa esclerosis múltiple: de qué se trata

Dos científicos ganan el Premio Breakthrough 2025 por revelar que la esclerosis múltiple está ligada al virus de Epstein-Barr

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La dieta mediterránea incluye mariscos, nueces, aceite de oliva, un mínimo de carne roja y azúcar. Crédito: New Africa | Shutterstock

Un importante avance en la comprensión de la esclerosis múltiple (EM) ha sido reconocido con el prestigioso Premio Breakthrough 2025, que este año ha galardonado a destacados investigadores en Ciencias de la Vida, Física Fundamental y Matemáticas.

Entre los premiados se encuentran los profesores Alberto Ascherio, de la Universidad de Harvard, y Stephen Hauser, de la Universidad de California en San Francisco, cuyas contribuciones han sido claves para establecer una conexión sólida entre la esclerosis múltiple y el virus de Epstein-Barr (VEB), un hallazgo que podría redefinir el tratamiento de esta compleja enfermedad neurológica.

El reconocimiento llega tras décadas de trabajo que han cambiado la forma en que la comunidad científica comprende las causas de la EM, una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central.

Ascherio y su equipo se embarcaron en una investigación basada en datos de más de 10 millones de exmilitares estadounidenses, lo que permitió establecer que la esclerosis múltiple es, en la mayoría de los casos, una consecuencia retardada de una infección por el VEB, un virus muy común en la población mundial.

Durante años, los científicos habían debatido sobre las posibles causas de la EM. Una de las teorías predominantes era la llamada hipótesis de la higiene, que plantea que la falta de exposición temprana a microorganismos en la infancia, como resultado de entornos excesivamente limpios, podría desencadenar trastornos inmunológicos más adelante en la vida.

Sin embargo, la distribución geográfica de la enfermedad —más frecuente en zonas templadas que en regiones tropicales— y las variaciones en el riesgo según patrones migratorios sugerían que había algo más en juego.

Explorar factores ambientales

Fue esta observación la que llevó a Ascherio a explorar factores ambientales y virales que pudieran influir en el desarrollo de la enfermedad. Su atención se centró en la mononucleosis infecciosa, causada principalmente por el virus de Epstein-Barr, y cómo su presencia podría estar relacionada con la aparición posterior de EM.

A lo largo del tiempo, su investigación, reforzada por otros estudios independientes, ha consolidado la idea de que el VEB no solo está vinculado a la enfermedad, sino que probablemente sea el desencadenante principal.

El mecanismo exacto sigue siendo motivo de debate. Una teoría sugiere que existe una reactividad cruzada entre el sistema inmunitario y ciertas proteínas del cerebro, desencadenada por la respuesta al virus.

Otra posibilidad es que la enfermedad se origine por una reactivación del VEB dentro del sistema nervioso central, afectando directamente al cerebro o la médula espinal. Aunque no hay consenso aún, el hallazgo ha abierto nuevas puertas en el desarrollo de tratamientos más efectivos.

Actualmente, se están realizando ensayos clínicos con medicamentos antivirales como potenciales aliados en el tratamiento de la EM. También se estudia la posibilidad de una vacuna que, al modificar la respuesta inmunológica al virus, podría frenar o incluso prevenir el desarrollo de la enfermedad.

Sin embargo, los expertos son cautelosos respecto a los tiempos, y subrayan que aún faltan muchos años para que estos avances lleguen al público general.

Los logros premiados este año representan un rayo de luz en un campo que, hasta hace poco, estaba plagado de incógnitas. Con esfuerzo y apoyo adecuado, los científicos creen que el fin de la esclerosis múltiple podría estar más cerca que nunca.

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