Vinculan ingrediente en bebidas energéticas con el cáncer de sangre
Un estudio asocia la taurina, presente en bebidas energéticas, con el avance de la leucemia, lo que genera alarma entre científicos

Es necesario que consultes con tu médico antes de comenzar a tomar alguna. Crédito: Shutterstock
Un nuevo estudio científico ha encendido las alarmas sobre un ingrediente presente en la mayoría de las bebidas energéticas, la taurina. Investigadores de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, han identificado una relación entre este aminoácido y la progresión de la leucemia, un tipo de cáncer que se origina en las células sanguíneas.

Los hallazgos, publicados en la revista Nature, advierten que el consumo de taurina podría acelerar el desarrollo de esta enfermedad en ciertos contextos, lo que ha puesto bajo escrutinio la seguridad de su uso en productos de consumo masivo como Red Bull.
La taurina es un compuesto que el cuerpo humano puede producir de forma natural y que también se encuentra en alimentos como la carne y el pescado. Se le atribuyen funciones importantes en el organismo, como la regulación de fluidos, sales y minerales, y ha sido promovida como un suplemento beneficioso para el rendimiento físico y mental. Por estas razones, su inclusión en las bebidas energéticas se ha mantenido por años sin mayores cuestionamientos. Sin embargo, el nuevo estudio cambia el panorama al sugerir que esta sustancia podría tener un impacto negativo en pacientes con ciertos tipos de cáncer de sangre.
Los científicos llevaron a cabo una serie de experimentos en modelos animales, específicamente ratones inmunocompetentes, y observaron que aquellos que recibían suplementos de taurina mostraban una progresión acelerada de la enfermedad. De hecho, los resultados indicaron que la probabilidad de muerte era tres veces mayor en estos ratones que en los que no consumían el suplemento. El mecanismo identificado revela que las células leucémicas se alimentan activamente de la taurina, lo que estimula un proceso conocido como glucólisis la descomposición de la glucosa para obtener energía, alimentando aún más el crecimiento descontrolado de las células cancerígenas.
Este hallazgo ha generado un debate dentro de la comunidad médica, especialmente porque la taurina también ha sido estudiada en contextos positivos. Anteriormente, se había considerado como una aliada en tratamientos de quimioterapia, ya que se pensaba que sus propiedades antioxidantes podían proteger a las células sanas de los efectos secundarios más agresivos del tratamiento. Un estudio previo, publicado en la Revista de Investigación y Terapia del Cáncer, incluso sugería que la suplementación con taurina podría reducir las toxicidades inducidas por la quimioterapia.
Ante estos hallazgos contradictorios, los autores del nuevo estudio piden cautela. “Dado que la taurina es un ingrediente común en las bebidas energéticas y también se utiliza como suplemento para minimizar los efectos de la quimioterapia, nuestro trabajo indica que es importante reconsiderar los beneficios de su uso en pacientes con leucemia”, señalaron los investigadores.

Aunque los experimentos se realizaron en modelos animales, los expertos advierten que los efectos en humanos podrían ser similares, especialmente en personas diagnosticadas con neoplasias mieloides, un grupo de cánceres que incluyen a la leucemia y que afectan directamente la médula ósea y la sangre.
La empresa Red Bull, una de las marcas más reconocidas a nivel mundial por su uso de taurina en sus productos, fue contactada por el medio People para solicitar comentarios, aunque hasta ahora no ha emitido una respuesta pública.
Los investigadores no sugieren una prohibición inmediata de la taurina ni de las bebidas energéticas, pero sí proponen que se revisen cuidadosamente sus efectos en pacientes oncológicos. También recomiendan que los profesionales de la salud evalúen el historial médico de sus pacientes antes de aconsejar el uso de suplementos que contengan este aminoácido.
Mientras continúa el debate, este estudio refuerza la necesidad de un consumo informado y responsable de productos que, aunque de libre venta, pueden tener implicaciones importantes para la salud, especialmente en contextos clínicos complejos como el cáncer.