Transparencia policial
El presidente Obama hizo bien en enfocar su atención en la desconfianza que existe entre la policía y las comunidades que patrullan, como una respuesta los hechos de Ferguson. No obstante, la cuestión racial es el trasfondo, como en otras áreas de la sociedad estadounidense, que se manifiesta muchas veces en el encuentro entre policías blancos e individuos de minorías.
Está claro que la labor del policía en general no es fácil en una sociedad repleta de armas de fuego. Estados Unidos es el país que tiene más armas per capita y la tasa de homicidios más elevada ente las naciones industrializadas. Basta mencionar que precisamente las armas estuvieron entre los productos más vendidos en el pasado Viernes Negro. También es injusto hacer generalizaciones en donde la mala acción de un policía signifique que muchos oficiales bien intencionados queden manchados.
Pero sí existe una percepción a lo largo de la población sin importar la raza de que la policía no trata a todo los grupos raciales por igual. razas. Hay una mayoría de entrevistados por el Centro Pew de blancos y negros que dijo creer que la policía no hace un buen papel en responsabilizar a sus agentes por sus acciones. Un análisis del FBI estimó que algunas veces los departamentos de policía no manejan con claridad el proceso posterior a una tiroteo alimentando la confusión y el enojo del público.
La palabra clave es transparencia y claridad sobre lo ocurrido en un tiroteo. Aquí juega un papel clave la idea de la cámara en la solapa del policía que registre las interacciones con civiles. La propuesta de Obama es positiva de dar fondos para ese fin.
Es también bueno que el Departamento de Justicia revise las normas del uso del perfil racial en la labor policial. Y eliminar la militarización de la policía lograda con equipamiento de guerra.
Hay otras áreas más complicadas en el acercamiento policial con las minorías. La tendencia de disparar a matar, la visión defensiva de ellos contra nosotros que tiende a proteger más allá de lo razonable a sus agentes y el abuso de poder que surge de la autoridad mal ejercida.
El racismo es un monstruo es difícil erradicar pero al menos puede ser combatido evitando, con la transparencia, las ocasiones para que asome su cabeza