Tras video antiTrump, colegio de Orange reafirma política de grabar videos
Una profesora arremetió contra Trump durante una de sus clases, y un estudiante aprovechó para grabarlo y distribuirlo
El vídeo dividió a los estudiantes del Orange Coast College entre quienes defendían la libertad de expresión de la docente y quienes creían que sus declaraciones estaban fuera de lugar. Crédito: @Cinthia20314254/Twitter
Casi dos meses después de que un video filmado en secreto reveló el sentir antiTrump de una profesora del Orange Coast College (OCC), hoy se muestran visibles letreros en todo el campus que recuerdan a sus estudiantes que las grabaciones en clase están prohibidas si es que el profesor en cuestión se lo prohíbe.
Los letreros leen: “La grabación de video y/o audio sin permiso del instructor está prohibida”.
En la parte inferior, los letreros citan el Código de Conducta Estudiantil del Distrito Escolar Comunitario de la Costa y el Código de Educación de California, que prohíben las grabaciones sin permiso previo.
Los anuncios sirven como recordatorio de uno de los reglamentos ya existentes en el campus, incluso antes que surgiera a la luz el video que lanzó a los medios nacionales a una maestra el pasado mes de noviembre.
Olga Cox, profesora de estudios sexuales en la institución, expresó su opinión contraria a Trump ante sus alumnos durante una clase el pasado 15 de noviembre, refiriéndose al resultado de las elecciones como “un acto terrorista” que había dividido a la nación y al propio magnate como un supremacista blanco.
Uno de los asistentes la grabó con su teléfono móvil a escondidas y después entregó el vídeo a la asociación de jóvenes republicanos del OCC, que lo compartió en redes. El tema se viralizó y desde entonces Cox ha recibido todo tipo de amenazas.
El caso ha dividido a los estudiantes, algunos de los cuales defienden el derecho a la libre expresión de la profesora y consideran que el vídeo saca de contexto unas declaraciones con las que Cox pretendía mostrar su apoyo a los estudiantes más vulnerables, como los inmigrantes o los miembros del colectivo LGBT, ante el discurso discriminatorio de Trump.
Por su parte, el OCC lleva a cabo una investigación del incidente, pendiente de los resultados para decidir si se tomará alguna acción disciplinaria en contra del estudiante que filmó el diálogo de Cox.
La administración de Orange Coast College publicaron una declaración conjunta con el sindicato de la Coast Federation of Teachers en la que defienden “la libertad de expresión tanto de los estudiantes como de los profesores” así como el derecho de sus profesores a “expresar posturas que cuestionen las opiniones, ideologías y visión global de los estudiantes”, aunque no respaldan la violación del código de conducta del OCC o el educativo de California. Asimismo, lamentan “la oleada de ataques amenazantes e incivilizados” que ha generado este incidente.
