Exembajadora de Nicaragua: “Ortega tiene que salir”

El gobierno de Ortega ha sido condenado por Amnistía Internacional y la CIDH por el manejo de la crisis

Ola de protestas en Nicargua.

Ola de protestas en Nicargua. Crédito: EFE

WASHINGTON— Ante la crisis política y mortíferas protestas que desde abril pasado han dejado más de un centenar de muertos en Nicaragua, una exembajadora nicaragüense afirmó este miércoles en Washington que tanto la OEA como la comunidad internacional deben ejercer mayor presión para la salida del presidente Daniel Ortega como única solución posible.

La violencia política, que prácticamente ha paralizado el turismo y mermado la actividad económica en Nicaragua, ha acaparado titulares internacionales, la condena del gobierno de EEUU y, hoy mismo, el escrutinio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En entrevista exclusiva con este diario, Rita Delia Casco, quien ostentó diversos cargos diplomáticos en la década de 1980 con el regimen sandinista,  afirmó hoy que el secretario general de la OEA, Luis Almagro,  debe aplicar la Carta Democrática a Nicaragua –como le exige la Iglesia Católica de ese país-, y Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional deben ayudar al país “a crear instituciones democráticas fuertes”.

El régimen de “Ortega tiene que salir, porque ya no tiene capacidad ni moral ni política ni administrativa de gobernar”, dijo Casco, quien señaló que la crisis actual sirve como un “parteaguas” para exigir un cambio y un fin a la corrupción en Nicaragua.

Ortega lideró la revolución sandinista de 1979 que derrocó al régimen somocista pero, irónicamente, ahora persigue “ambiciones dinásticas” y ha establecido un régimen “totalmente anti-democrático”, subrayó.

“Ortega ha creado nuevas alianzas con el gran capital, con un sector de la Iglesia Católica para seguir un modelo parecido al que tenía (Anastasio) Somoza… la revolución hizo algunas cosas bien, pero no cambió la cultura política del Estado-botín, que llega al poder para saquearlo, que nombra a persona por dedo, por amistades y no capacidades“, enfatizó.

“La mayoría de los dirigentes del sandinismo, y los que estuvimos participando en el gobierno sandinista no están con el régimen Ortega-Murillo, la mayoría están en la oposición”,  afirmó.

La “erupción” de la ira popular

Casco responsabilizó a Ortega por la represión y asesinato de manifestantes estudiantiles y consideró que, aunque el mandatario desistió de la reforma al Seguro Social y el aumento en la cotización de las pensiones, eso fue apenas el detonante de la crisis actual.

“Nicaragua tiene muchos volcanes y esto era un proceso como el de un volcán que hace erupción eventualmente pero es un proceso de acumulación de frustraciones contra un gobierno que prácticamente ha controlado todos los poderes del Estado y la justicia es partidaria”, dijo.

“Había mucha ira acumulada en la conciencia popular, que finalmente estalló… todo comenzó con un incendio forestal y después continuó con lo del incremento de las cotizaciones al seguro social”,  explicó.

Casco rechazó las explicaciones de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, de que las protestas son un esfuerzo de desestabilización del país: “viven en otro mundo, que no es el real”.

“El gobierno es el que está armado”

Según la exfuncionaria, algunos de los disturbios y quemas de alcaldías – como la ocurrida ayer en la ciudad colonial de Granada-,  son responsabilidad de “grupos paramilitares del gobierno, y civiles armados y financiados por el gobierno”.

 “La policía no hace nada por impedirlo, y personalmente creo que lo hacen con el propósito de borrar el registro de la corrupción y el involucramiento de las alcaldías en la represión y la corrupción, y echarle la culpa a la resistencia ciudadana”, se quejó.

Casco, de 69 años, fue embajadora de Nicaragua ante la Casa Blanca, representante permanente ante la OEA, y embajadora ante México, y coordinadora de programas de desarrollo en la ONU, y divide su tiempo entre Managua y Washington. La ex-funcionaria ha creado una página en “GoFundMe”, junto con su hija, para apoyar a los estudiantes.

Tanto la CIDH como Amnistía Internacional y otros grupos cívicos han condenado la represión y el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes.

Mientras, activistas de la comunidad nicaragüense han realizado en las últimas semanas protestas frente a la embajada de Nicaragua y frente a la sede de la OEA, además de impulsar una petición ciudadana en la página web de la Casa Blanca para que la Administración Trump imponga sanciones contra el régimen de Managua.

En ese sentido, Casco expresó optimismo de que el propio pueblo nicaragüense, “que ha perdido el miedo”, mantenga una férrea oposición contra Ortega hasta lograr su salida.

“Lo decisivo va a ser en las calles en Nicaragua, eso significa que va a haber más muertos, porque Ortega es igual que Somoza, como lo dice todo el mundo en Nicaragua…necesitamos de la comunidad internacional, y creo que los nicaragüenses en los tranques, en las calles, vamos a decidir qué va a pasar“, puntualizó Casco.

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