Cruz Reynoso: un héroe

La comunidad latina en los Estados Unidos está sedienta de líderes que puedan servir de modelo a las nuevas generaciones. Creemos que entre nosotros existe un hombre extraordinario que no ha recibido la atención que merece: su nombre es Cruz Reynoso.

Reynoso, quien nació en Brea, en 1931, también fue campesino: fue uno de los once hijos de una pareja de inmigrantes que provenientes de Los Altos De Jalisco. La familia trabajó en los campos de California recogiendo naranjas, ciruelas y uvas. El joven Cruz llevaba por dentro el deseo de justicia: tenía 12 años cuando logró que la Oficina Federal de Correos aceptara distribuir el correo a los barrios mexicanos en las zonas rurales.

Ese fue sólo el comienzo de una vida dedicada a la justicia. Cruz Reynoso no sólo se graduó de secundaria sino que fue a Pomona College con una beca, sirvió en las Fuerzas Armadas y se graduó de la escuela de derecho de UC Berkeley en 1958. Tras un breve período con práctica privada, Reynoso comenzó una ilustre carrera pública y en organizaciones no lucrativas de ayuda a los más desprotegidos.

Sirvió en la Comisión de Prácticas justas en el Empleo de California, y también en la comisión federal. Fue asesor y luego integrante de la Comisión Nacional de Derechos civiles y en los años setenta dirigió e impulsó a nuevos logros a la organización California Rural Legal Asistance, que hasta hoy proporciona ayuda legal a inmigrantes y campesinos.

Reynoso fue un abrebrechas. Fue el primera latino en la Corte de Apelaciones en Sacramento y luego, el primer Juez de la Corte Suprema de California, a la que fue nombrado en 1982 por el entonces –y actual- gobernador, Jerry Brown.

Su legado es extenso. En 2000 recibió la Medalla presidencial de la Libertad, el honor civil más alto del país, en reconocimiento a su “compasión y trabajo en favor de los más necesitados”. Reynoso continúa en la vida académica –actualmente en la escuela de leyes de UC Davis y enseña, escribe y comenta sobre libertades civiles, justicia para inmigrantes y latinos.

Reynoso es nuestro héroe y desde aquí lo honramos como se merece. Con profundo agradecimiento y admiración de su comunidad.

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