Los ‘indignados’ irán a Van Nuys

Autoridades han advertido que estos podrían ser desalojados

Antes de que de los “indignados” de Wall Street instalen la primera carpa en la Alcaldía de Van Nuys, lo cual ocurriría hoy sábado, las autoridades han advertido que podrían desalojarlos con la Policía.

“Si no quieren salirse [antes de las 10:30 p.m.] ahí va a estar la Policía del Departamento de Servicios Generales [que resguarda las propiedades del municipio] y el Departamento de Policía de Los Ángeles si es necesario; ojalá que no”, indicó ayer el concejal Tony Cárdenas a La Opinión.

Simpatizantes de “Occupy LA” del Valle de San Fernando y de otras zonas planean acampar desde hoy en el Ayuntamiento de Van Nuys justo cuando el alcalde Antonio Villaraigosa ha pedido diseñar un plan de evacuación pacífica de las casas de campaña que desde hace 30 días permanecen en Civic Center.

Villaraigosa dijo este viernes, sin dar detalles, que no se daría el mismo trato a los “ocupantes” del Valle de San Fernando. “En Van Nuys hay algunas restricciones específicas, esta área es un poco diferente, es por eso que vamos a trabajar con esta gente que ha estado virtualmente a diario, reconocemos su frustración y la importancia del derecho de expresarse”, comentó el alcalde.

La ley del municipio prohibe permanecer en un parque o en cualquier otra propiedad pública después de las 10:30 p.m. Aunque la Alcaldía del Valle cuenta con un patio grande, éste se encuentra en la parte central de la propiedad.

Dentro del movimiento ha crecido el temor de que las autoridades decidan cerrar el diálogo y apliquen un desalojo con el uso de la fuerza pública. Unos dicen que esa posibilidad ha existido desde el primer día de ocupación. Dentro de uno de los salones del Ayuntamiento, la Policía ha dibujado un mapa con la cantidad exacta de carpas, indicando que existen al menos 434, la mayoría en el jardín sur.

Los propios carteles de los “indignados” expresan ahora esta preocupación. “La no violencia es poder”, “Queremos justicia no policías” y “No hay honor en golpear a protestantes pacíficos” se lee en algunos letreros. Ayer por la mañana, un grupo se reunió específicamente para hablar sobre las características de una desobediencia civil y cómo actuar en caso de ser detenido por la Policía.

Dentro del Concejo Municipal, en tanto, ha crecido el descontento por la estancia de un movimiento al que hace poco respaldó con un voto unánime. “No hay obligación de nuestra parte de mantener a esta gente de manera permanente”, expresó la concejal Jan Perry; mientras que su colega Dennis Zine manifestó: “no tenemos control”.

El alcalde ha insistido que su gobierno intentará mantener “un balance”, protegiendo la libertad de expresión y atendiendo los problemas de salud y seguridad que ha generado el campamento. “La gente que está acampando en el jardín sur y norte han sido pacíficos y generalmente cumplen con las instrucciones, por eso vamos a trabajar con ellos”, recalcó Villaraigosa.

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