Retoman la negociación

Mientras se registre progreso en las conversaciones no habrá huelga

Los representantes de los trabajadores de supermercados y de las compañías Ralphs, Vons y Albertons decidieron ayer darle una nueva oportunidad a la salida negociada, disipándose por el momento, al menos hasta el cierre de esta edición, la posibilidad de una huelga.

“Hemos vuelto a la mesa, vamos a seguir conversando mientras veamos que hay posibilidades de avanzar”, dijo anoche el portavoz del Sindicato de Trabajadores del Alimento (UFCW), Mike Shimpock. Agregó que no se han fijado plazos en esta nueva ronda, y que mientras se registren progresos, seguirán apegados a la solución negociadada. Aun cuando el contrato laboral –que vencía a la medianoche- expirara.

“Albertsons, Ralphs y Vons siguen en la mesa con el sindicato. Estamos logrando avances, pero todavía no tenemos un acuerdo”, expresó un comunicado dado a conocer por Albertsons. Agregó que sus tiendas continuarán abiertas para servir a sus clientes.

El giro ha traído alivio momentáneo a la región. Se trata de una huelga que nadie quiere. Ni los sindicatos, ni las compañías, ni Los Ángeles.

“Estamos en espera. Es una incógnita ahora. No sabemos qué va a pasar hasta la medianoche, pero es una buena señal”, dijo Elvira Barragan, encargada de la sección de florería del Albertsons de Montebello.

Esta trabajadora, con 17 años en la tienda, participó anoche en una vigilia con candelas convocada por el sindicato, y que tuvo lugar en el Albertsons de Beverly Hills de la calle Olympic

A mediodía el alcalde Antonio Villaraigosa expresó que le preocupaba que hubiera huelga. “Yo entiendo el impacto que puede tener una huelga, de manera que estoy opuesto. Lo que sí deseo es que ambos bandos sigan platicando, que vuelvan a la mesa, y que busquen una salida”.

El sindicato y las compañías están negociando desde marzo un nuevo contrato colectivo. Los desacuerdos principales giran en torno a las porciones que los trabajadores deben pagar para mantener sus beneficios médicos.

Las compañías han propuesto que los empleados paguen una cuota de 36 dólares y 92 dólares por cobertura médica individual y familiar respectivamente.

“La verdad, en el área en que vivimos hay más opciones, abarroterías independientes”, dijo Julio Ochoa, un cliente ocasional de Ralphs después de expresar que él y su esposa apoyarían a los trabajadores si se fueran al paro.

“No me preocupa la huelga, yo siempre voy a seguir comprando. ¿Por qué no? Ni se a qué se debe esta esta huelga”, opinó en cambio Jorge Camacho.

Según UFCW, las tres cadenas distan mucho de encontrarse en una crisis, puesto que sus utilidades el año pasado ascendieron a 1,500 millones de dólares, de los cuales más de 500 millones fueron en bonificaciones para sus ejecutivos.

Un desencuentro similar condujo a un paro patronal hace ocho años, con secuelas nefastas para ambas partes. Los supermercados perdieron dos mil millones de dólares en utilidades en los seis meses de conflicto, y los trabajadores terminaron con importantes erosiones en su paga y beneficios, especialmente en el caso de los nuevos empleados.

Ayer representantes de Ralphs y Albertson dieron a conocer que si se producía la huelga, cerrarían alrededor de 350 tiendas.

El sindicato anuncio el viernes que no iba a prorrogar el contrato colectivo un día más, un anunció que levantó los impedimentos para que se fueran a huelga.

Según la ley, el sindicato tiene que avisar con 72 horas de anticipación a las compañías antes de iniciar un paro de labores.

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