Saber escoger las mejores acciones

Los expertos coinciden en indicar que las acciones tienden por lo general a rendir más que otro tipo de activos incluso durante períodos peores de la economía, es decir durante las etapas de recesión. Por eso, para estar asegurados ante cualquier cosa que pudiera pasar en el Mercado de Valores en el futuro, vale la pena y el esfuerzo de seguir añadiéndolas a tu cartera de inversión. Para hacerlo bien, guíate por los siguientes puntos:

Busca compañías que demuestren permanencia y resistencia – Lo lógico es que durante los momentos difíciles los consumidores reduzcan gastos en artículos considerados de lujo y se concentren en comprar productos básicos, de primera necesidad, como los alimentos. Además, las compañías que pueden seguir promocionándose ganan consumidores a nivel local, independientemente del nivel de reconocimiento de marca antes de la recesión. Este tipo de compañía que se arriesga a invertir en publicidad se convierte en un buen candidato para tu cartera.

Evita pagar en exceso por una acción – La mejor forma de evitar pagar de más por una acción es comprar acciones cotizadas por debajo de su valor tangible en los libros (o tangible book value), que es el dinero que el inversionista recibiría si la compañía cierra sus operaciones y liquida sus activos de acuerdo al valor registrado en sus libros de contabilidad. Así, aún si la compañía desaparece, puedes recuperar tu inversión original.

Diversifica tus inversiones – Para disminuir los riesgos, diversificar la inversión es un consejo que nunca falla. Esto significa no solo invertir en varios tipos de acciones, sino también diversificar en tipos de industrias, y de ser posible, adquirir acciones en el extranjero también. Diversificar en un mercado en contracción es esencial para limitar a un mínimo tus riesgos en un particular tipo de inversión. Durante tiempos difíciles te mantendrás mejor a flote con varios salvavidas en lugar de con uno solo. ¿De qué otras formas puedes diversificar tu cartera? Pues puedes optar por fondos mutuos, por ejemplo. O puedes explorar diferentes estrategias de distribución de los activos, o adquirir diferentes tipos de activos que mejor se ajusten a tus metas, tus necesidades económicas y al nivel de riesgo que deseas correr.

Busca compañías que no dependan de la economía norteamericana – Considera invertir en compañías que no resulten vulnerables a las fluctuaciones de la economía en Estados Unidos. ¿Cuáles? Pues compañías que se dedican al cobro de deudas o cuyos ingresos vengan en su mayoría del extranjero.

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