Afectados por fuertes vientos esperan ayuda
Unas 150 mil viviendas aún no tienen energía eléctrica; vecinos se auxilian entre sí
Ana Fuentes y sus vecinos de Highland Park están sin electricidad desde la medianoche del jueves, cuando fuertes ráfagas de viento llegaron al Sur de California. Su hogar es una de las aproximadamente 150,000 viviendas que aún estaban a la espera de la reparación del sistema de energía eléctrica en el condado de Los Ángeles.
Su refrigerador comienza a despedir un olor a comida podrida y los árboles frutales que tiene en su jardín han quedado casi “pelones”. El jueves amaneció sin una carpa que cubría parte de su patio y sin la antena de televisión de la azotea de su casa.
“Podría ser peor. Gracias a Dios no nos pasó nada a nosotros, y la casa no sufrió daños que no se puedan reparar fácilmente”, dijo Fuentes, mientras caminaba por una de las calles principales de su vecindario para ver si sus vecinos estaban bien, a pesar de la falta de electricidad.
En la cuadra de Fuentes no se registraron daños mayores. Un carro fue aplastado por un árbol, parte de la acera se levantó como papel cuando uno de los árboles cayó en medio de la calle.
Los vientos huracanados abandonaron el Sur de California, pero los estragos aún son visibles en las comunidades del condado de Los Ángeles más afectadas como Highland Park, Eagle Rock y Pasadena.
En el último recuento al cierre de esta edición más 130,000 clientes de Southern California Edison (SCE) y otros 52,000 del Departamento de Electricidad y Agua de Los Ángeles (DWP) no tenían energía eléctrica.
El dueño de Fresco Community Market, John Murga, abrió las puertas de los refrigeradores industriales de ese negocio a sus vecinos de South Pasadena y Highland Park.
“Nosotros somos el único lugar en la zona que tiene electricidad y como buenos vecinos estamos permitiendo que los residentes guarden aquí sus productos que requieren refrigeración”, dijo Murga.
El único requisito es que las bolsas o contenedores con comida tengan sus nombres y números de teléfono.
Linda Hass, residente de South Pasadena, llevó sus alimentos perecederos al supermercado y aprovechó para comer en el restaurante al interior del mismo.
“Creo que esta es una buena oportunidad de prepararnos para otros desastres como un terremoto”, dijo Hass.
El supermercado normalmente cierra a las 9:00 p.m. Pero estas últimas dos noches, Murga extendió el horario de cierre para que los vecinos tuvieran un lugar donde estar.
“Muchas personas optaron por quedarse aquí un rato más para evitar estar en la oscuridad”, agregó Murga.
Los equipos de limpieza del Departamento de Obras Públicas del condado fueron desplegados a las zonas más afectadas, trabajando principalmente en la remoción de árboles caídos.
El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) informó que 18 escuelas permanecieron cerradas ayer debido a la falta de electricidad. Otros distritos más pequeños que cubren las zonas más afectadas en el Valle de San Gabriel, también anunciaron que los centros escolares están cerrados posiblemente hasta el lunes.
El supervisor Michael Antonovich declaró estado de emergencia para asegurar que los recursos financieros estatales y federales estén disponibles.
Los vientos de Santa Ana llegaron al Sur de California a la medianoche del jueves con ráfagas de hasta 100 millas por hora.
El Servicio Nacional de Meteorología pronostica que los vientos de Santa Ana estarán presentes también hoy, viajando hacia el noreste. Las ráfagas de viento pueden alcanzar velocidades entre 20 y 30 millas por hora. Las zonas en donde pronostican más ráfagas son los valles de Santa Clarita y San Gabriel, así como Malibu y Hollywood Hills.