Crítica de cine ‘The Adventures of Tintin’: Aventura maravillosa

'The Adventures of Tintin' muestra a un Steven Spielberg en plena forma

Steven Spielberg es el director de 'The Adventures of Tintin', que podría contar con una secuela realizada por Peter Jackson.

Steven Spielberg es el director de 'The Adventures of Tintin', que podría contar con una secuela realizada por Peter Jackson. Crédito: Paramount Pictures

Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull dejó un mal sabor de boca a los fans del famoso arqueólogo, entre los que me encuentro.

El filme, que no fue exactamente horrible -sus primeros 45 minutos solo pueden calificarse de excelentes-, nunca estuvo a la altura de las tres entregas previas, especialmente Raiders of the Lost Ark e Indiana Jones and the Last Crusade.

Steven Spielberg, consciente o no de ello, ofrece ahora lo que podría definirse como una excelente alternativa (¿o será disculpa?): The Adventures of Tintin.

Inspirada en la serie de novelas gráficas de Georges Remi, más conocido por el pseudónimo de Hergé, la cinta cuenta con todos los elementos necesarios no solo para ser una de las mejores del año, sino también para deleitar a todo tipo de audiencias.

Claro que uno no deduciría eso si se dejara guiar por la horrible campaña de promoción de su distribuidora en Estados Unidos, Paramount Pictures, que obviamente desconoce las raíces del personaje y no se ha molestado en presentarlo al público del país, para quien el personaje de Tintín es un auténtico desconocido, a diferencia de otros mercados internacionales donde sus hazañas son seguidas desde la publicación del primer volumen, en 1929.

Hergé, que murió en 1983, aseguró tras ver Raiders of the Lost Ark que Steven Spielberg era el único director capaz de trasladar el mundo de Tintín a la gran pantalla. La curiosidad llevó al director de E.T. no solo a descubrir al artista belga y su obra, sino también a conocerlo personalmente.

No obstante, adaptar al cine la colección de cómics no ha sido una tarea fácil.

En un principio, el director de Jaws pensó en hacerlo con actores reales, pero las demandas del perro Snowy eran demasiado intensas para un can de verdad.

No fue hasta recientemente, cuando los avances en la animación por captura de movimiento -llevadas a cabo por James Cameron (Avatar), Peter Jackson (The Lord of the Rings) y Robert Zemeckis (A Christmas Carol)— le dejaron claro a Spielberg que ese era el camino a seguir.

Asociado precisamente con Peter Jackson, este en tareas de producción -y, dicen, a cargo como realizador de la secuela que surja de The Adventures of Tintin—, aquel se adentró en esa nueva técnica cinematográfica.

Y el resultado no solo es una renovación apasionante de su estilo visual, sino también un entretenimiento extraordinario.

Tintín (voz y movimientos de Jamie Bell) es un periodista aguerrido que siempre va acompañado de su fiel perro Snowy. Durante una de sus visitas a un mercado callejero compra una réplica del Unicornio, un barco del siglo XVII que fue capitaneado por Sir Francis Haddock (Andy Serkis). El Unicornio fue atacado por el buque pirata de Red Rackham (Daniel Craig). Antes que rendirse, Sir Francis prefirió hundir el Unicornio y con él, un tesoro millonario se sumergió bajo el mar.

Tintín no es el único interesado en la pequeña réplica: Ivan Ivanovitch Sakharine (Craig) le demanda la copia, pero aquel no se la vende. Una vez en casa, esta se rompe y sin que el joven se dé cuenta, una pieza enrollada de papel queda oculta tras un mueble.

La aventura da inicio a partir del momento en que ladrones asaltan el hogar de Tintín y roban el Unicornio. Sospechoso de Sakharine, el reportero llega a su mansión, donde descubre que hay dos réplicas más de barco.

Pero Tintín empieza a descubrir demasiadas cosas, por lo que Sakharine da órdenes para que sea secuestrado y encarcelado en el buque SS Karaboudjan, capitaneado por el borrachín Capitán Haddock (Serkis), descendiente de Sir Francis. De allí logra escapar acompañado por Haddock, quien se convierte en su mano derecha.

Entre tanta acción no podían falta los detectives Thomson y Thomson (Simon Pegg y Nick Frost), quienes se ven envueltos en la aventura a pesar de que no se den cuenta de que, precisamente, se trata de un caso único e histórico.

The Adventures of Tintin, que ha sido clasificada PG, representa una oportunidad maravillosa en las manos de Steven Spielberg -quien este domingo estrenará otro filme, el maravilloso melodrama War Horse-.

Este se adentra en la aventura del personaje de Hergé disfrutando (y haciendo disfrutar) de una nueva herramienta que expande su sabiduría visual y, arropado por un eficaz uso de las tres dimensiones, conduce al espectador a mundos de fantasía nunca antes vistos en una pantalla (ver al respecto el espectacular enfrentamiento entre Sir Francis y Red Rackham, o la persecución por las calles de Bagghar).

No se deje engañar: The Adventures of Tintin es la mejor película familiar del año y la mejor muestra de cine animado vista a lo largo de 2011. No hay gato con botas, lagarto con el nombre de Rango o secuelas de coches parlanchines que le lleguen a la altura.

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