Campaña del Presidente en apuros por contribución
Las donaciones pueden alcanzar cifras históricas, con los SuperPACs.
WASHINGTON, D.C.- No fue un día fácil para la campaña del Presidente Barack Obama. Las contribuciones en dinero de familiares de un mexicano acusado de narcotráfico y fraude, además de su respaldo abierto a un nuevo SuperPAC levantaron las banderas de alerta ayer, sobre la congruencia de su engranaje para la reelección.
No es para menos. El candidato Obama de 2008 se caracterizó por rechazar los aportes de cabilderos y de cualquier grupo que pudiera comprometer sus intereses por servir a los estadounidenses. Se destacó por recaudar aportes de nuevos donantes, además de personas, que dólar a dólar sumaron a sus arcas.
Pero ahora el panorama parece diferente. Antes de que se convirtiera en un escándalo mayor, la campaña anunció el regreso de 200 mil dólares en contribuciones recolectadas por los hermanos del dueño de casinos, Juan José Rojas Cardona, quien rompió su libertad bajo fianza en Iowa en 1994 y ha sido acusado de narcotráfico y fraude.
“Más de 1.3 millones de estadounidenses han donado a nuestra campaña y constantemente revisamos estas contribuciones para identificar cualquier problema. Tan pronto como se presentaron estas preocupaciones, devolvimos todas las contribuciones de estos individuos y las de los donantes que ellos reclutaron para nuestra campaña”, explicó Gabriela Domenzain, portavoz de Obama por America.
Sin embargo, el punto que más ha despertado críticas en contra del esfuerzo por reelegir al Presidente, es la decisión de permitir que funcionarios de la campaña y la Casa Blanca, aparezcan en eventos organizados por Priorities USA Action, un “SuperPAC” o mega Comité de Acción Política.
Los SuperPAC pueden recaudar cantidades ilimitadas de dinero, de diversas fuentes. Esto tras el fallo de la Corte Suprema llamado Citizens United, que indicó que el gobierno no puede prohibir a las corporaciones y sindicatos, hacer desembolsos independientes para expresarse a favor o en contra de un candidato.
Obama fue uno de los primeros en oponerse a esta decisión del tribunal e incluso la critico de manera abierta, en unos de sus discursos del Estado de la Unión. La decisión de abrir la campaña a Priorities USA Action fue interpretada como una contradicción clara.
“En 2010, el Presidente Obama desacreditó a estos grupos externos llamándoles ‘una amenaza para nuestra democracia’, sin embargo, con su trabajo en la línea de fuego, el cambió su posición”, declaró el presidente del Comité Nacional Republicano Reince Priebus.
Funcionarios de la campaña explicaron la decisión como un intento por equilibrar el terreno de juego, luego de que se reportara que SuperPACs republicanos ya habrían reunido cerca de 500 millones de dólares para enfrentar al mandatario.
“No vamos a estar unilateralmente desarmados, cuando ellos van a gastar esa cantidad de dinero en publicidad negativa contra el Presidente” dijo un funcionario de campaña.
“No sabemos qué impacto pueda tener en otros donantes, pero queremos dejar claro que esto no repercute directamente en los esfuerzos de recaudación de Obama por America”, especificó un funcionario de la campaña.