Detendrían multas por ausentismo

Ciudad considera reforma que daría a estudiantes castigos menos severos

En la oficina municipal de Van Nuys, estudiantes dan su apoyo a la medida presentada por el Concejal Cárdenas.

En la oficina municipal de Van Nuys, estudiantes dan su apoyo a la medida presentada por el Concejal Cárdenas. Crédito: J. Emilio Flores / La Opiinión

Una mañana de la primavera pasada, Nabil Romero iba apurado a la escuela. Su mamá que solía llevarlo tuvo que trabajar más temprano ese día y él tuvo que tomar dos camiones para llegar a la preparatoria Edward Roybal.

Habían pasado unos 15 minutos del timbre de entrada cuando Romero corría rumbo al salón, pero uno de los policías que rondan las escuelas a la caza de estudiantes que se van de pinta lo interceptó.

Junto con otro grupo de estudiantes que ese día llegaron tarde a clases o que pretendían faltar a clases, Romero fue esposado, sentado en la acera y requerido para ir a corte por una multa escolar que se elevó a 340 dólares.

Esa práctica de infraccionar a los estudiantes que llegan tarde a la escuela o que son sorprendidos al irse de pinta está afectando no sólo el bolsillo de las familias, sino la misma asistencia a clases, consideran activistas y autoridades escolares.

Por ello el Comité de Seguridad Pública del Concejo Municipal avanzó ayer en una enmienda que eliminaría esas costosas multas.

Promovida por el concejal Tony Cárdenas, la medida será sometida al pleno del Concejo Municipal el próximo martes para reformar el código muncipal 45.04 que impone multas de 250 dólares, pero que debido a la reincidencia o a los gastos de corte pueden aumentar hasta 900 dólares.

De aprobarse la reforma a ese código municipal, los estudiantes que se van de pinta estarían obligados a realizar servicio comunitario o participar en programas escolares de orientación.

En caso de que el estudiante tenga una tercer falta injustificada, se podría imponer una multa de hasta 20 dólares.

David Sapp, abogado de la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU), expuso que multar a los estudiantes no es la solución al problema de ausentismo escolar, porque además están afectando especialmente a vecindarios de escasos recursos.

De las 47,000 multas por ausentismo que aplicó el LAPD de 2004 a 2009, el 62% fueron para estudiantes latinos, el 20% para afromaericanos y el 7% para blancos.

Con la nueva medida, señaló, la idea es conectar al estudiante a un servicio comunitario o programa escolar.

Para Andrea Leyva, de 17 años y estudiante de la Manual Arts High School, la práctica del LAPD sólo obliga a que más estudiantes no asistan a la escuela.

“No sólo nos quitan 250 dólares, sino la motivación de ir a la escuela”, mencionó ayer al participar en un mitin de apoyo a la iniciativa del concejal Cárdenas en la oficina municipal en Van Nuys.

“Esto no es un asunto policíaco, es un asunto que las escuelas deben manejar adecuadamente”, agregó la joven.

La medida fue secundada por el concejal Mitch Englander al considerar que se deben eliminar los castigos económicos.

“Es una solución de sentido común, lo que queremos es ver más muchachos con diplomas que con detenciones”, mencionó.

Por su parte, Mónica García, presidenta del LAUSD, el distrito escolar que tiene alrededor de 700 mil estudiantes, también apoyo la enmienda: “Hay que enfocarnos en la graduación de los estudiantes, esta es una medida de sentido común, el código municipal debe ser cambiado”.

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