Aprueban la renovación de la Biblioteca Pública
Nueva York – La Biblioteca Pública de Nueva York anunció hoy que dio luz verde a su esperado proyecto de renovación, que costará cientos de millones de dólares y en el que participará el conocido arquitecto británico Norman Foster.
El patronato de la institución aprobó anoche el plan, presentado por primera vez en 2008 y que contempla la creación en su sede central en Manhattan del mayor centro bibliotecario de documentación e investigación en Estados Unidos.
La renovación creará un nuevo recinto que será diseñado por Foster, se convertirá en “un símbolo de la transformación del sistema” y duplicará el actual espacio público disponible dentro del complejo para lectores e investigadores.
El presidente de la Biblioteca Pública de Nueva York, Anthony Marx, señaló en un comunicado que “las bibliotecas pueden y deben cambiar vidas, así como ofrecer acceso sin precedentes a libros, servicios y centros de educación en los que nacen las ideas y la creatividad”.
“Nuestro objetivo es crear una Biblioteca para el Futuro, digna de esta gran ciudad”, añadió Marx.
La institución también reveló una iniciativa a través de la cual escuchará las sugerencias de los usuarios para adaptar el proyecto al gusto de las personas que disfrutarán del nuevo centro.
Además, reformará sus sucursales repartidas por los cinco barrios de Nueva York y pondrá en marcha en ellos una serie de programas de enseñanza después de que a finales de 2010 la alcaldía redujera en $40 millones la subvención que otorga a las bibliotecas públicas de la ciudad de los rascacielos.
La Biblioteca Pública de la Gran Manzana celebró en mayo de 2011 su centenario amenazada precisamente por ese recorte presupuestario, pero finalmente logró recaudar suficientes donaciones para poner en marcha su proyecto de renovación.
De esta manera, los neoyorquinos podrán seguir teniendo acceso a su inmensa colección de más 50 millones de libros y otros documentos, entre los que se encuentran una Biblia de Gutenberg, manuscritos de Walt Whitman y Jorge Luis Borges y un ejemplar del “Mein Kampf”, de Adolf Hitler.