Suspenden deportación de estudiante colombiana
Daniela Peláez y su hermana Dayana, quienes residen en Miami, recibieron ayer un alivio migratorio conocido como “acción diferida” que les permite quedarse en EE.UU durante dos años.
Miami (EFE).- La estudiante colombiana Daniela Peláez y su hermana Dayana, quienes residen en Miami, recibieron ayer un alivio migratorio conocido como “acción diferida” que suspende la orden de deportación y les permite quedarse en EE.UU durante dos años, dijo a Efe su abogada.
“Una decisión del Departamento de Seguridad Nacional que llegó hoy dice que por los próximos dos años Daniela y Dayana no tienen que irse del país. Ellos no van a ejecutar las órdenes de deportación que existen en contra de ellas”, informó la letrada Nera Shefer.
Un juez de Inmigración ordenó la salida voluntaria a las hermanas Peláez el 28 de febrero pasado y fijó 30 días para que cumplieran con el fallo, de lo contrario esa decisión se convertiría en una orden de deportación inmediata.
“Es una noticia muy, muy favorable porque le permitirá a Daniela graduarse en junio próximo y empezar su universidad, y a Dayana obtener un permiso de trabajo para estabilizarse de alguna manera”, precisó Shefer en una entrevista con Efe.
Daniela, de 18 años, es una estudiante sobresaliente de la escuela secundaria North Miami Senior High con un elevado GPA de 6.7 (promedio académico acumulativo), cuyos padres la trajeron a Estados Unidos cuando tenía 4 años de edad.
Shefer atribuyó la decisión de las autoridades a las posibilidades de que el caso de las hermanas Peláez “llegue a salir adelante, a la presión de la comunidad y de los medios de comunicación contra el Gobierno”.
Más de 2,000 estudiantes del centro escolar de Daniela organizaron una manifestación en su apoyo y en rechazo a la orden del juez el viernes pasado, lo que atrajo la atención de los medios nacionales e internacionales.
“Estamos muy felices de que ahora no será algo final y tenemos dos años, pero en realidad es como una cura temporal. Todavía el problema está ahí, después de que se acaben los dos años, vamos a estar en el mismo lugar”, declaró Daniela a Efe.
Su hermana Dayana, de 26 años, coincidió en decir que “es como una curita para tapar una herida, pero al final se necesita una respuesta, una decisión de que ‘ellas se puedan quedar permanentemente este país’ que es lo que estamos buscando”.
Los padres de las hermanas Peláez las trajeron al país con una visa de turista en la década de los años noventa cuando ambas eran menores de edad y al vencer su estadía decidieron quedarse, pero no emprendieron acciones para tener otro estatus migratorio porque se divorciaron.
Después la madre se enfermó en 2006 y decidió regresar a Colombia para someterse a un tratamiento médico en la nación suramericana y las jóvenes permanecieron en Estados Unidos con su padre y un hermano que es ciudadano y está en el Ejército.
El caso de las Peláez movilizó incluso a congresistas cubanoamericanos de Florida como Ileana Ros-Lehtinen quien envió una carta a las autoridades de Inmigración solicitando su intervención y destacando la necesidad de aprobar el proyecto de ley Dream Act.
“El Congreso tiene que aprobar el Dream Act para que los jóvenes, como Daniela, puedan formar parte de nuestras fuerzas Armadas, asistir a la universidad y contribuir a esta gran y generosa nación. Existen muchos casos similares en nuestra comunidad y, en vez de causar tanta preocupación, podemos permitir que estos jóvenes logren sus sueños en forma legal”, dijo.