Cómodo y ecológico

Boeing despega con su nuevo modelo de avión 787 Dreamliner

El avión comercial 787 Dreamliner de Boeing fue presentado ayer a la prensa en el areopuerto de Long Beach.

El avión comercial 787 Dreamliner de Boeing fue presentado ayer a la prensa en el areopuerto de Long Beach. Crédito: Ciro César / La Opinión

En medio del pesado despegue de la industria aeroespacial, derribada por los ataques del 9/11 y la crisis, la compañía Boeing ha lanzado su último invento, el avión comercial 787 Dreamliner, enfocado en la ecología y sus pasajeros: consume 20% menos combustible y ofrece más comodidades.

La aeronave, que ayer se presentó a la prensa en el aeropuerto de Long Beach, permite echar un vistazo a los diseños que surcarán el cielo en unos años: proambientales y con mayor amplitud en asientos, ventanillas y compartimentos, menos ruido en cabina, sanitarios amables y tecnología por doquier.

Una de las innovaciones es la eliminación de las viejas cortinas de plástico por un sistema que, con solo presionar un botón, oscurese las ventanillas, que son 25% más grandes que las habituales y han sido colocadas a mayor altura, lo cual permite que más pasajeros disfruten la vista durante el viaje.

Pero la diferencia más notable se observa en las sección de Primera Clase, que más parece un área de descanso por los confortables sillones que, literalmente, se convierten en cama. Los baños no son metálicos, sino de plástico, aunque siguen sin ofrecer mucho espacio.

Si usted suele viajar en avión a Latinoamérica, quizás pronto aborde uno de estos diseños. Las aerolíneas Aeroméxico, Avianca y LAN ya han adquirido algunos de estos ejemplares, que tienen capacidad de transportar entre 210 y 290 personas, según la versión de la nave (Boeing diseñó dos: el 787-8 y el 787-9; el segundo es más grande) y el tipo de asientos elegidos por las empresas.

“El 787 es un avión innovador, está hecho pensando en los pasajeros”, recalcó Liliam Alicea, analista estructural de Boeing. “Las ventanas son mucho más grandes para mejorar la vista, la iluminación es mucho más tenue y la cabina es más silenciosa”, explicó.

Al aterrizar en el destino de viaje, Boeing promete un traslado menos “cansado”, luego de haber aumentado los niveles de humedad y colocado un sistema de filtración gaseosa dentro de la cabina. Con esto, se reducen síntomas como irritación de ojos y garganta, dolores de cabeza y mareos.

“Será un viaje más placentero”, dijo Nora Cadena, encargada de pruebas de satélite.

Bob Ciesla, ejecutivo de Boeing, recalcó que el avión comercial 787 continúa el legado aeroespacial de una compañía que nació hace 90 años. “Marca un día histórico”, comentó ayer en la presentación.

La empresa ha puesto sus esperanzas en esta aeronave ecológica, pero también en los imponentes aviones Hércules, construídos primordialmente para transportar tropas y equipo de guerra, y que, por los conflictos bélicos en Medio Oriente, la mantuvieron a flote durante la crisis económica.

Su avión verde emprende el vuelo cuando la industria reporta un incremento anual del 5%. En 20 años, Boeing prevee ensamblar 33 mil aeronaves, todas bajo la línea de la eficiencia energética.

Este logro del 787, ahorrar más combustible que ningún otro en su categoría, asombró al gobernador de California, Jerry Brown, quien prometió que no solo en el cielo se cuidará al ambiente. “Algún día vamos a poner esta tecnología en nuestros coches”, dijo.

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