Vaticano se alista para el viaje del Papa
Afirman que existe nexo natural entre el Santo Padre y los católicos en México
CIUDAD DEL VATICANO.- En cuanto a visitas papales, se podría decir que México es un país veterano.
Juan Pablo II lo visitó en cinco ocasiones, y en cada una de ellas, profundizó su legado entre los mexicanos. Pero este 23 de marzo, comienza una nueva etapa, que hasta cierto punto es desconocida tanto para el Vaticano como para el pueblo mexicano. Cuando el Papa llegue a Guanajuato, será la primera vez que Benedicto XVI visite México, un país católico que en los últimos años ha pasado por una serie de cambios culturales, sociales y hasta cierto punto, religiosos.
“El pueblo mexicano de hoy es quien lo va a recibir,” asegura el embajador de México ante la Santa Sede, Héctor Federico Ling Altamirano. “Éste es el Papa de hoy, y nosotros somos los mexicanos de hoy. Éste es nuestro Papa.”
Pero exactamente, ¿qué caracteriza al pueblo mexicano de hoy? ¿cuál es su perfil? ¿y porqué ha decidido el Papa visitar México? La respuesta directa será para fortalecer la fe, pero según los expertos, detrás de esta razón, existen una serie de factores, la principal y más conocida es la violencia.
“Efectivamente, la visita del Papa llega en un momento donde la inseguridad sigue siendo un problema grave para México y para Latinoamerica,” dice Jorge Osio López, un sacerdote mexicano que reside en el Pontificio Colegio Mexicano en Roma: “Se espera un mensaje que inspire.”
El 1o. de mayo 2011, durante la beatificación de Juan Pablo II, el presidente Felipe Calderón personalmente le pidió a Benedicto XVI que visitara a México para intentar contrarrestar la violencia. “Lo necesitamos más que nunca,” le dijo Calderón al Santo Padre frente a las cámaras de televisión. “Nuestra gente esta sufriendo.”
Casi un año después, la invitación se materializa. Aunque los oficiales esperan que durante la visita del Papa se detenga la violencia, los secuestros y la corrupción abierta, el resultado que busca México es a largo plazo. Más que nada se busca una alimentación de conciencia y del tejido social.
“Que la prédica de su Santidad sea de tal manera, espiritual y llena de valores, que llegue a las conciencias de todos”, dice el embajador Ling Altamirano. “Yo siento que entre los criminales que han optado por ése camino, hay católicos que también respetan al Papa.”
Después de Brasil, el país con más católicos es México. Según el Vaticano, el 91 por ciento de la población es católica, pero no todas las encuestas coinciden. El Centro de Investigación ‘Pew Research Center’ cita que la cifra es de aproximadamente el 85 por ciento. Pero el reto del catolicismo en México no necesariamente se ve en los números, sino en la práctica.
“Es algo que no se puede ignorar,” dice Alfonso Giordano, director del Centro Europeo de Asuntos Internacionales. “Es un fenómeno de generaciones recientes. Millones de mexicanos han optado por buscar trabajo en Estados Unidos, pero no solo dejan su tierra, si no que seguido, al enfocarse siempre en el trabajo, no practican su religión. Se acostumbran a la vida laboral del norte. Es algo que se nota entre quienes regresan a México.”
Según Giordano, este fenómeno, combinado con la globalización, ha causado que varios mexicanos vean el catolicismo como un aspecto cultural y tradicional, y no necesariamente en una fe activa como se veía en el pasado. Aunque el número de bautizados se mantiene estable, la práctica religiosa seguido se ve como un factor por separado. Ésto, dice Giordano, seguramente es una de las razones por las cuales el Santo Padre decidió visitar México durante tres dias.
En el sureste del país, se ve marcadamente la disminución de creyentes católicos. Varios han optado por acudir a iglesias protestantes y evangélicas. Pero aún así, el cariño a la Virgen de Guadalupe sigue siendo un punto de unión. Se dice ampliamente que México puede ser 85 por ciento católico, pero 100 por ciento Guadalupano. Quizás por ello el Papa anunció precisamente el 12 de diciembre pasado, el Día de la Virgen de Guadalupe, que visitaría México.
“Gente metodista, evangélica y de otras religiones, cuando hablan de ella dicen, bueno a ella no la toquen,” dice el embajador Ling Altamirano desde su oficina en Roma. “Si quieren pelear con el catolicismo, peleen, pero a la Virgen de Guadalupe no la toquen.”
Aunque no se diga explícitamente, varios de los embajadores latinoamericanos ante la Santa Sede llevan entre sí, una competencia amigable para recibir al Santo Padre en su país de origen, ya que las visitas papales son limitadas.
“Se tratará de una visita para que México y Cuba escuchen directamente el mensaje del Santo Padre,” dice el Sustituto de la Secretaría del Estado Vaticano, Monseñor Giovanni Angelo Becciu. “Será un mensaje de reconciliación y una oportunidad para reforzar la misión de la Iglesia.”
Pero con esto surge la pregunta, ¿cómo recibirá México a Benedicto XVI?
Algunos expertos dicen que no se puede suponer que será recibido con el mismo entusiasmo con el que fue recibido Juan Pablo II durante tantos años. Es otro Papa que llegará a otro México.
“Sí, es bastante fácil reconocer que este Papa no es tan carismático como Juan Pablo II,” asegura Giordano: “Es un profesor, un teólogo. Tiene un mensaje muy fuerte, pero no siempre sabe cómo comunicarlo a la gente. Pero en realidad, la gente no piensa en la logistica o las estrategias del Vaticano. El pueblo solo pide paz. Quiere tranquilidad otra vez….”.