Avergonzado, el sheriff se disculpa

Mirkarimi, en libertad condicionada; lejos de su esposa y desarmado

El sheriff Mirkarimi se dirige a los medios.

El sheriff Mirkarimi se dirige a los medios. Crédito: Francisco Barradas / El Mensajero

SAN FRANCISCO.– Contrito y llorando, el sheriff del condado, Ross Mirkarimi, ofreció disculpas “de todo corazón” a los sanfranciscanos por su mal comportamiento tras declararse culpable de violencia doméstica.

La audiencia en que el juez James P. Collins notificó al sheriff de las multas y penas que le esperan por haber retenido contra su voluntad a su esposa tras un pleito casero, ocurrido el 31 de diciembre de 2011, demoró apenas 10 minutos. Aunque el castigo se prolongará por los siguientes tres años.

Tras el juicio de la Corte, el sheriff enfrentó al tribunal de los medios, apenas salió de la sala número 23 en que fue sentenciado. “Buena suerte, señor Mirkarimi”, le había deseado el juez antes de levantar la sesión. Eran las 10:52 am del 19 de marzo.

Desde aquel 8 de enero en que asumió como sheriff, Mirkarimi ha llorado ya tantas veces ante las cámaras que pareciera es él, no su esposa, la actriza venezolana Eliana López, quien ha forjado un oficio en las telenovelas.

“Por lo que pasó el 31 de diciembre no hay excusas. Y acepto responsabilidad total. Verdaderamente me avergüenza el desorden que causé”, dijo el sheriff ante una multitud de periodistas. Leía una declaración.

La sentencia de Mirkarimi incluye, además de libertad condicionada por los siguientes tres años, 52 semanas de clases para ayudarlo a manejar su ira, aceptar la ayuda de un consejero que lo educará a ser mejor padre, 400 dólares de multa por el cargo de violencia doméstica, además de otras multas y cargos por costos causados a la Corte, así como 100 horas de servicio comunitario. También fue obligado a ceder su derecho a apelar el cargo en su contra y, técnicamente, el sheriff tendría que pasar un día en la cárcel, aunque el juez le evitó esto, en reconocimiento a que voluntariamente se puso en manos de la policía, el 13 de enero.

Mirkarimi, quien calificó como una “pesadilla” todo lo ocurrido, manifestó que desea continuar como sheriff.

“Voy a entregarme a reconstruir la relación con mi familia. Y con la gente de San Francisco, me comprometo ser un mejor servidor público, uno del que puedan enorgullecerse, alguien que no sea visto por sus errores y demuestre lo que significa salir adelante”, dijo.

Aclaró que nunca ha creído que la violencia doméstica sea un asunto privado, tal como declaró el 8 de enero. Lamentó no haber corregido a tiempo ese dicho. Y dijo que en sus años como supervisor de San Francisco fue un incansable aliado de quienes luchan contra el abuso familiar.

Dos horas después, el fiscal de distrito, George Gascón, comentaba en una conferencia de prensa que el caso de Mirkarimi había sido tratado como cualquier otro de violencia doméstica.

“Han habido muchos que han acusado a esta oficina, y a mí personalmente, de estar involucrado en una persecución política. Ahora que aceptamos este acuerdo, hay quien me acusa de no haber hecho todo lo que debía hacer para destruirlo. Pero me siento muy gratificado porque creo que el resultado muestra que nuestra acción ha sido profesional”, expresó Gascón.

Dijo también:

“Personalmente creo en la redención. Y creo que le hemos dado una oportunidad al señor Mirkarimi que arregle sus problemas personales”.

Se negó a opinar el fiscal de distrito sobre si Mirkarimi debe permanecer como sheriff.

Precisó que prevalece la orden de mantenerlo separado de su familia –por ahora, el sheriff solo puede ver a su hijo dos horas diarias y hasta seis horas los fines de semana; pero no puede acercarse a su esposa ni entablar ningún tipo de contacto con ella–; pero esto es algo, explicó Gascón, que tras las primeras semanas de atender la clases de manejo de ira y consejería paterna Mirkarimi podrá apelar y conseguir le sea retirado.

Tampoco puede el sheriff portar armas. Y esto es algo que también podrá apelar para que sea revertido, dijo Gascón.

“¿Qué recuperará primero, el arma o la mujer?”, preguntó una reportera. Sin poder contener la risa, el fiscal de distrito respondió que no estaba seguro qué ocurriría primero; son decisiones que corresponden a un juez, agregó.

Entre quienes atendieron la conferencia de prensa de Gascón estaba Beverly Upton, representante del Consorcio de la Violencia Doméstica, organismo que agrupa a 17 agencias comunitarias que prestan ayuda a víctimas de ese delito.

Entrevistada, Upton dijo sentirse “aliviada” de que al fin Mirkarimi hubiera aceptado responsabilidad por sus hechos. Pero manifestó sentirse “preocupada” por el futuro, por saber si realmente está arrepentido y si tendrá liderazgo para conducir la oficina del sheriff.

El Consorcio de la Violencia Doméstica pide la remoción de Mirkarimi como sheriff. Upton dijo que seguirán insistiendo en esto. “La decisión es del alcalde”, puntualizó.

El 6 de enero, dos días antes de su toma de posesión como sheriff, cargo para el que fue electo en noviembre de 2011, se hizo público que una vecina, Ivory Madison, había denunciado a la policía que Ross Mirkarimi había ejercido violencia contra su esposa, Eliana López.

El 13 de enero el sheriff fue puesto bajo arresto; permaneció en libertad, pues pagó fianza, pero desde entonces no puede tener contacto directo ni a través de terceras personas con su esposa. Inicialmente, tampoco podía ver al hijo de ambos, Theo, quien pronto cumplirá los 3 años; pero el 8 de febrero un juez de lo familiar atenuó esa sanción.

El 17 de enero, Mirkarimi fue acusado formalmente por la fiscalía de distrito de San Francisco de tres cargos de violencia doméstica: golpes, poner en riesgo a un menor e intentar disuadir a un testigo. La esposa, una de sus víctimas, se negó a cooperar con la fiscalía; por el contrario, alegó que era un buen padre y marido.

Rodeado de una nube de abogados, tanto él como López sostuvieron por semanas que nada había pasado, que todo se trataba de una persecución política.

Pero existe un video en que Eliana López describe los abusos de Mirkarimi. En el video, según la investigación de la fiscalía, López muestra un moretón en el brazo derecho que dice su esposo le provocó el 31 de diciembre de 2011. Dice, además, que no es esa la primera vez que ha sufrido violencia.

El video fue hecho por Ivory Madison, a petición expresa de López, quien dijo planeaba usarlo en caso de que, al entablar un pleito por divorcio contra Mirkarimi, éste pretendiera despojarla de su hijo.

El 19 de enero inició el pleito legal en la Corte. Seis semanas después, tras múltiples intentos por parte de los abogados de Mirkarimi y López por obstaculizar la presentación del video como evidencia, éste fue aceptado como prueba e iba a mostrarse en un juicio público que, tras otros vanos intentos por retrasarlo, e incluso moverlo fuera de San Francisco, iba a iniciar el 12 de marzo.

Pero el 12 de marzo, en vez de juicio, la Corte amaneció con la noticia que los abogados de Mirkarimi y la fiscalía habían llegado a un acuerdo.

El acuerdo fue que el sheriff se declaraba culpable de un cuarto cargo, retención forzada de la libertad –false imprisonment–, los otros tres cargos eran retirados, evitaba el juicio abierto y evitaba su eventual encarcelamiento, aunque aceptaba libertad condicionada por tres años y otras penas adicionales.

“Estamos contentos con los resultados. Fue bueno para la víctima, aun cuando ella no haya querido participar”, comentó la asistente del fiscal de distrito, Elizabeth Aguilar Tarchi, quien personalmente manejó el caso en la Corte. “Con base en hechos, sabíamos que lo justo era seguir con este caso”, dijo.

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