Acribillado por más de 90 balas

¿Por qué 90 disparos?

Esa era la pregunta que gritaban ayer unos 200 manifestantes de la comunidad árabe del Valle de San Fernando que reprobaban la acción de agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) que la noche del miércoles mataron a un joven al finalizar una persecución automovilística.

Abdul Arian, de 19 años de edad, fue acribillado por múltiples disparos cuando intentó escapar de los policías.

Según un comunicado del LAPD, cuando el joven salió del automóvil que detuvo en medio de la autopista 101, a la altura de la avenida Canoga, se mostró en “una agresiva posición de tiro”, extendiendo los brazos y señalando con un objeto desconocido a los policías.

Previamente Abdul Arian habría llamado al 911 para advertir que tenía un arma y amenazar con que se enfrentaría a los policías, además de que tenía antecedentes de arresto por posesión de aparatos explosivos.

Al considerar que se encontraba armado, los policías dispararon en repetidas ocasiones. Al menos 90 disparos.

Jeffrey Galen, abogado de la familia, aseguró que fueron 120 disparos los que se realizaron al anunciar ayer el inicio de una demanda en contra de la ciudad por 120 millones de dólares: un millón por cada disparo.

La ciudad tiene 45 días para responder a la demanda.

Andy Neiman, portavoz del LAPD, dijo que no harían mayores comentarios, que la investigación sobre el tiroteo está en curso, la cual puede tardar meses, pero no más de un año.

Abdul Arian era residente de Winnetka y egresado de la Taft High School, en el Valle de San Fernando.

Sus excompañeros de clase y amigos se sumaron ayer a la protesta afuera de la estación de policía de Devonshire, donde lo recordaron como un joven siempre sonriente que tenía las instenciones de entrar a la academia para ser policía.

Belal Kaderi, quien dijo ser un amigo cercano, no supo explicar la conducta errática de Arian, ya que lo conocía desde hace seis años como un joven tranquilo.

“Siempre tenía una sonrisa en el rostro, nunca lo vi triste ni nada por el estilo”, recordó. “Yo creo que entró en pánico, no sé, que estaba muy asustado y no supo cómo reaccionar, muchas cosas debieron pasar por su cabeza, pero lo que hizo la policía fue innecesario”.

Ray Karimee, primo de Arian, consideró la acción policíaca fue cobarde.

“No puede ser posible que ocho policías hayan disparado más de 90 balas y todavía estando en el suelo, creo que los policías del LAPD deberían tener mejor entrenamiento y manejo de la ira”, dijo molesto Karimee, quien sostenía un letrero con la insistente pregunta: ¿Por qué 90 disparos?

Este martes a la 1:00 de la tarde se llevará a cabo el funeral para Abdul Arian en Pierce Brother Valhalla, localizado en el 10621 del bulevar Victory.