‘Asesino de Oslo’ niega su culpa
Ander Behring Breivik reconoció ayer durante la primera jornada de su juicio haber cometido el doble atentado de julio pasado que dejó 77 muertos, pero rechazó ser culpable
LONDRES, Reino Unido (Notimex).- El ultraderechista noruego Ander Behring Breivik reconoció ayer durante la primera jornada de su juicio haber cometido el doble atentado de julio pasado que dejó 77 muertos, pero rechazó ser culpable al argumentar que actuó en defensa propia.
“Reconozco los hechos, pero no la culpabilidad. Actué en defensa propia”, respondió Breivik a la pregunta de la jueza Wenche Elizabeth Arntzen después de la lectura de la acusación, según reportes del diario The Norway Post.
Tras la jornada inicial del juicio de seis horas y media, la jueza aplazó la audiencia para mañana martes, cuando Breivik comenzará a explicar sus acciones, mientras la Fiscalía confirmó que llamará a declarar a su madre y a más de 150 testigos.
Al inicio de su juicio en una sala del tribunal de Oslo, adonde llegó tranquilo y sonriente, escoltado por dos policías, Breivik desconoció la autoridad de la corte porque, según él, es dependiente de los partidos políticos noruegos que tienen una línea en la que apoyan el multiculturalismo.
Inmediatamente después de ser liberado de las esposas que portaba, el ultraderechista dirigió la mirada hacia el frente y levantó el brazo derecho con el puño cerrado, en un gesto que significa “la fuerza, el honor y el desafío a los tiranos marxistas en Europa”.
Durante el primer día del juicio, la Fiscalía difundió un video propagandístico que el extremista colgó en Internet horas antes de perpetrar el doble atentado en Noruega.
El video, que no había sido difundido antes, es un compendio que pretende resumir con un centenar de fotografías y citas un manifiesto de 1,500 páginas en inglés que Breivik difundió en la red, “2083: una declaración de independencia europea”.
Al final del video, de 12 minutos de duración que colgó en YouTube, Breivik, quien hasta entonces se había mostrado impasible, se llevó las manos a la cara y derramó algunas lágrimas, al parecer emocionado por las imágenes.
En la sala 250 del Tribunal de Oslo, algunos familiares de las víctimas reprimían sus sollozos o sacudían silenciosamente la cabeza, incapaces aún de comprender lo que había empujado a Breivik a cometer esos actos.
Enseguida, Breivik recuperó la impasibilidad que exhibió desde el inicio del proceso, cuando se trató de ver o escuchar las imágenes o grabaciones de sus ataques de aquel 22 de julio de 2011.
Según fuentes de la corte, no hubo en él la menor emoción cuando se difundió la llamada de socorro a la policía de Renate Taarnes, quien se veía morir bajo las balas en las isla de Utoya, donde 69 jóvenes fueron ejecutados en su mayoría de un disparo en la cabeza.
Tampoco mostró emoción cuando el fiscal difundió imágenes de vigilancia mostrando la explosión de una camioneta, repleta de explosivos, que Breivik estacionó frente a la sede del Gobierno en el centro de Oslo.
El ultraderechista es procesado como único responsable del tiroteo en la isla de Utoya y del atentado con carro-bomba en un complejo gubernamental en Oslo, que dejaron 77 muertos en ambos ataques, considerados los peores en el país desde la Segunda Guerra Mundial.
El juicio, que comenzó este lunes, se prolongará unas 10 semanas, durante las cuales se examinarán todas las pruebas y más de 150 personas serán llamadas a declarar, entre ellas sobrevivientes de ambos ataques.
Si finalmente se determina que el acusado es penalmente responsable, se enfrentaría a una sentencia de 21 años de prisión, el máximo previsto por actos de terrorismo en Noruega, o de lo contrario será recluido en un centro psiquiátrico.