Ellis Island y la huella de una familia española

David Cambray rastreó los primeros pasos de su abuelo hace 100 años en NY

(Arriba) Ramón Gascón Faro, Antonia Agustina y Sebastián Cambray Pueyo; (sentados) María Cambray Pueyo, María Armengol Soler y Agustín Cambray Pueyo; y los niños Ramón Gascón Cambray, Joseph y James Cambray Armengol.

(Arriba) Ramón Gascón Faro, Antonia Agustina y Sebastián Cambray Pueyo; (sentados) María Cambray Pueyo, María Armengol Soler y Agustín Cambray Pueyo; y los niños Ramón Gascón Cambray, Joseph y James Cambray Armengol. Crédito: Cortesía

Manhattan.- David Cambray nació en Madrid, pero la mayor parte de sus 55 años ha vivido en Nueva York. No ha perdido el acento español y, aunque le fascina el estilo de vida estadounidense, vive entre dos mundos, en parte porque su padre, James Cambray Armengol, es un roble de 94 años que reside del otro lado del Atlántico.

Su apego a la Gran Manzana es una cosa de familia: su abuelo, Agustín Cambray Puello, de Aler (provincia de Huesca, en España), se vino hace 100 años a bordo del buque ‘Saratoga’. Su nombre está en los registros del Museo de la Inmigración Ellis Island, junto a los más de 20 millones de inmigrantes que llegaron a Nueva York entre 1892 y 1924.

David Cambray decidió rastrear la historia de su abuelo durante una visita en los años 1990 a la isla museo, protegida por la Estatua de la Libertad.

“Agustín Cambray Puello era un agricultor de 28 años, que llegó sin un duro desde Cuba, donde trabajó en plantaciones de caña”, cuenta. A poco tiempo de vivir en Nueva York se regresó a España para casarse con María Armengol Soler. Y a la vuelta, ambos se establecieron en Dekalb, Nueva York, donde él trabajaba en una mina de carbón.

Cambray pagó el viaje de sus hermanos Antonio, Agustina, María y Sebastián en 1921, cuyos nombres también están en los libros que atesora el museo.

“No tuve problemas en encontrar a mis tíos abuelos, pero sí para encontrar a mi padre”, explica David Cambray. Un error de quien los inscribió causó el despiste: “En las listas él aparece como Cambry”.

En los años 1920, Agustín y su familia se mudaron a Cantón, Ohio, junto con María, su esposo Ramón Gascón y su pequeño Ramón. “Mis abuelos y sus tres hijos dormían todos en una habitación”, dice, recontando lo que le aprendió su padre. Eran los tiempos duros de la Ley Seca y “ellos en el sótano fabricaban vino y cerveza que vendían a $1 la botella”, cuenta el nieto

.

La Depresión forzó el regreso de los Cambray a España en 1932. Poco antes, Ramón y María se mudaron a Benabarre (Huesca). James –veterano de la Segunda Guerra Mundial-, su esposa María Cruz y su hija Silvia, viven hoy en Madrid, pero siempre visitan esta ciudad cuando pueden.

La trágica muerte de Ramón Gascón y su hijo homónimo durante la Guerra Civil Española es una herida que nunca ha sanado en esta familia. Por eso, su nieto, José María Paúl Gascón, quiso honrar su memoria incluyendo sus nombres entre los más de 700,000 individuos y familias inmigrantes que están en el American Immigrant Wall of Honor (Muro del Honor), en Ellis Island.

Este año, David hará lo mismo con su abuelo, a propósito del centenario de su arribo a esta tierra de oportunidades.

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