Estudiante suplica que no la acosen más

Las lágrimas de Brigette Arroyo le impedían hablar con claridad, pero no expresar su enorme tristeza y frustración, mientras compartía porque desde el lunes ha protestado afuera de su escuela, Cheremoya Avenue Elementary, sosteniendo una pancarta que dice, "Quiero que dejen de acosarme ya", la cual hizo ella misma y en la que además dibujo una niña con un corazón roto.

Brigette Arroyo llora al contar su historia de  acoso que ha vivido en la escuela Cheremoya Avenue Elementary.

Brigette Arroyo llora al contar su historia de acoso que ha vivido en la escuela Cheremoya Avenue Elementary. Crédito: Aurelia Ventura / La Opinión

Las lágrimas de Brigette Arroyo le impedían hablar con claridad, pero no expresar su enorme tristeza y frustración, mientras compartía porque desde el lunes ha protestado afuera de su escuela, Cheremoya Avenue Elementary, sosteniendo una pancarta que dice, “Quiero que dejen de acosarme ya”, la cual hizo ella misma y en la que además dibujo una niña con un corazón roto.

Así es como esta estudiante de cuarto grado se siente desde hace más de dos años en la que ha sido intimidada y molestada, según dice, no solo por sus compañeras de clase sino hasta por la administración de la escuela.

“Primero una niña me empujaba, me lastimaba físicamente. Después, una niña de quinto se burlaba todos los días de mi y de mi familia y yo lo único que siento es mucha tristeza porque mi maestra no me apoya”, dijo la niña de 9 años con la cabeza baja y las lágrimas en sus mejillas.

Algo que provoca el llanto de su madre, Rosa Arroyo, quien junto a su hija y un par de familiares, no les ha quedado otra opción que llamar la atención de la comunidad y de la misma administración manifestandose en la entrada del plantel con mantas y pancartas, que llaman la atención de algunos conductores que manejan por la avenida Franklin y les demuestran su apoyo tocando el claxon del auto.

Un apoyo y compasión que desearían recibir de la administración de Cheremoya y del mismo Distrito Escolar unificado de Los Angeles (LAUSD). “Desde el año pasado mi hija comenzó a hablar con su maestra y esta la llamó ridícula. Y la misma directora Diane Rodríguez, la tiene atemorizada porque le pide que no hable más del asunto”, indicó Arroyo.

“Uno no quiere que pasen las desgracias que hemos visto como la niña Joanna que murió por ser molestada en la escuela. Yo hago esto por mi hija, pero también por otros niños en la misma situación”, destacó la madre.

Esta se refería al caso de Joanna Ramos, la niña que fue agredida por otra estudiante de la primaria Willard de Long Beach y le provocó la muerte en febrero de este año.

Karla Mejía, madre de dos estudiantes de esta primaria, no solo no teme apoyar a esta madre y su hija, sino que además habló de que en esta escuela hay intimidación no solo hacia los niños sino hasta hacia los padres por parte de la administración.

“Lo tratan a uno con la punta del píe. Es una pena lo que pasa con esta niña, y si creo que sea verdad porque mis hijos me han comentado que si los mismos maestros les dicen cosas agresivas a los estudiantes, que se espera entre compañeros.

Otros padres que llegaban por la mañana ayer a dejar a sus hijos en la escuela, dijeron conocer del caso de Brigette pero resaltaron que esta es una buena escuela.

Un representante del LAUSD, quien no quiso revelar su identidad pero que se encontraba en el campus de la escuela, se encargó de asegurarle a la Opinión que el distrito ya ha realizado una investigación a profundidad en el caso de Brigette, pero que no se encontró ninguna evidencia de acoso.

“Tan solo en el último año se hicieron dos investigaciones, y no se encontró nada. El distrito toma muy en serio las quejas de bullying, así que jamás dejaríamos que algo así pasara”, apuntó.

Mientras tanto, Brigette lleva varios días sin asistir a clases. “Quiero que me ayuden o me den el permiso para cambiarme de escuela”, suplicó la niña.

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