La ley de salud y los adultos jóvenes

Desde el 23 de septiembre de 2010, los adultos jóvenes menores de 26 años pueden seguir cubiertos por el seguro médico de sus padres gracias a una de las disposiciones de la Ley de Salud a Bajo Costo (ACA). De acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos, 2.5 millones más de jóvenes adultos recibieron cobertura a partir de la entrada en vigencia de esa parte de la ley.

Aunque esta disposición tiene casi dos años de haber entrado en vigencia, son muchos los jóvenes que no están enterados de la misma. Es por ello que Young Invincibles ha lanzado una campaña llamada “Obtención de Cobertura Médica” (Getting Covered), para informar a los jóvenes y sus padres sobre la disposición de la ley que permite a los padres asegurar a sus hijos menores de 26 años en su cobertura médica. Es una campaña que engloba más de 20 organizaciones nacionales y decenas de grupos estatales coordinados por Young Invincibles.

“Actualmente, mas personas pueden continuar cubiertos a través del seguro de sus padres”, dijo Jen Mishory, directora adjunta de Young Invincibles, organización con sede en Washington D.C., que se dedica a informar a los jóvenes sobre las ventajas de la ley de salud. “Para 2014 calculamos que, entres los tengan acceso a los subsidies y los que puedan ingresar a Medicaid, esa cifra aumente a otros 17 millones de adultos jóvenes entre 18 y 34 años con acceso a cobertura médica”.

Un joven adulto menor de 26 años puede optar por la cobertura del seguro médico de sus padres aunque esté casado, todavía asista a la universidad, no viva con sus padres o su empleador no ofrezca seguro o no él no califique para el mismo. A partir de 2014, los jóvenes mayores de 19 años con un ingreso equivalente al 133%, podrán obtener cobertura médica a través de Medicaid. También tendrán la opción de obtener cobertura a través Seguro del Médico Asequible de California o mediante créditos tributarios si sus empleadores no ofrecen cobertura médica o su ingreso es menor de 44,000 dólares al año o más, en el caso de tener familiares a su cargo.

“ACA ha tenido un impacto profundo en mi vida”, dijo Taylor Greenberg, de 24 años. “Desde que me gradué no he podido encontrar un empleo a tiempo completo que me ofrezca beneficios. Sin ACA, sería un adulto sin seguro médico con grandes riesgos físicos relacionados con la salud. Me tuve que someter a una cirugía y he tenido que adquirir medicinas, lo cual me hubieran hecho incurrir en deudas si no hubiera estado cubierto por el seguro de salud de mis padres”.