Una exclusiva con el general israelí, Amos Yadlin

De joven, cuando no tenía ni 30 años, Amos Yadlin, fue uno de los ocho pilotos de combate de Israel a los que se les encomendó la misión crucial de bombardear el reactor atómico construido por el gobernante de Irak Saddam Hussein.

Amos Yadlin, exgeneral, reconoce las alternativas.

Amos Yadlin, exgeneral, reconoce las alternativas. Crédito: Cortesía

Jerusalén.-De joven, cuando no tenía ni 30 años, Amos Yadlin, fue uno de los ocho pilotos de combate de Israel a los que se les encomendó la misión crucial de bombardear el reactor atómico construido por el gobernante de Irak Saddam Hussein.

Hoy, con 61 años, ya como General retirado de servicio, desde la posición de Director del prestigioso Instituto de Investigaciones de Seguridad Nacional en Tel Aviv, Yadlin aclara que un ataque contra las instalaciones nucleares de Irán, sería otra cosa.

Sea como sea, no considera que haya llegado ya el momento de afirmar que la única opción sobre la mesa sea la militar. En otras palabras, podría lograrse impedir que la República Islámica se convierta en una amenaza existencial para Israel, sin tener que recurrir a un bombardeo.

P: ¿Está usted preocupado por los numerosos desafíos con los que lidia Israel?

R: Claro que estoy preocupado, pero no estoy en pánico.El Estado de Israel es muy fuerte y seguirá siéndolo, logrando lidiar con los numerosos desafíos que se le presentan. El intento de Irán de convertirse en una potencia nuclear, de tener la bomba atómica, es el primero…la amenaza número uno.Yo creo que es la única amenaza existencial sobre Israel.

P: ¿Cuáles son las opciones en el tema de Irán?

R: En primer lugar está la opción de lograr un acuerdo con Irán, de negociar, algo que en el pasado fracasó. También está la opción de aplicar duras sanciones, algo que se ha comenzado a hacer. También está la estrategia de acciones secretas destinadas a demorar la implementación del programa nuclear, no reivindicadas por nadie. Claro que está también la opción de un ataque militar.Y otra posibilidad es tratar de cambiar al régimen.Recordemos que el problema acá no es sólo que tengan la bomba, sino la identidad del régimen. Si India tiene, no nos preocupa.Pero este régimen es otra cosa.

P: ¿Usted descarta que sean capaces de apretar el botón?

R: El tema es que aunque considere que existe un 95% de probabilidades que no aprieten el botón, el 5% restante constituye un peligro enorme. En mi calidad de Jefe de Inteligencia, dije que creo en un 95%, que Irán no apretaría el botón. Y uno de mis superiores, de las personas a las que yo debía reportar, me dijo que existe un 5% de chance de que se lance una bomba atómica sobre Israel, es el porcentaje más alto de lo que se puede aceptar.

P: La pregunta seria, ¿qué es más irresponsable?…salir a una “aventura” militar contra el plan nuclear de Irán a pesar del alto precio que se estima que eso cobrará o no hacerlo y correr el riesgo de que se llegue al momento en que ya sea demasiado tarde para actuar…

R: Hay que hacer todo el esfuerzo necesario para no llegar al punto en el que lo que cuenta es esta opción dual de o bomba o ataque. Si hay forma de llegar a un punto en el que las opciones no son sólo Irán con bomba nuclear o atacar a Irán, o sea lograr un acuerdo negociado con Irán o imponer sanciones que conduzcan a ello, es indudable que eso es mucho mejor.

Los líderes deben preguntarse si llegaron al punto en el que las únicas dos opciones son: Irán con bomba nuclear o un ataque militar, o si hay todavía tiempo para ver si las otras estrategias funcionan.

P: Hay seguramente muchos recuerdos de por medio..usted fue uno de los ocho pilotos de combate israelíes que participaron en el ataque al reactor nuclear irakí en junio de 1981.

R: Recuerdo todo…Era una misión sumamente especial que un piloto sabe que recibe una vez en la vida. Ante todo, uno se concentra en la parte profesional: volar como se debe, llegar a la meta, identificarla, atacarla, huir del fuego anti aéreo , de los misiles, de los aviones que intentarían derribarnos, administrar el combustible de modo que tengamos suficiente para volver a casa. Lo que le ayuda mucho a uno es correr a un costado los temores, es el gran desafío profesional.

P: Pero los temores están allí.

R: Mi hija tenía en ese momento cuatro meses. Cuando dejé mi casa en camino a la escuadrilla, no sabía si volvería a verla. Yo tenía en ese momento 29 años….Pero desde el día en que uno comienza el servicio en la Fuerza Aérea, sabe que puede ser peligroso. Luego, volver a los ocho años sanos y salvos, fue maravilloso.

P: ¿Cree que llegará el día en que todo esto terminará y llegará la paz?

R: Yo creo que se puede al final llegar a la paz. Soy optimista. Somos fuertes. Nuestros enemigos nunca serán sionistas.Pero creo que si en algún momento comprenden cuánto ellos también perderán en caso de una guerra, finalmente captarán cuán necesario es llegar a un término medio.

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