Sindicatos defienden trabajos amenazados

Campaña para evitar reducción de personal en sectores clave

Ni siquiera el Departamento de Bomberos se salvaría del recorte, ya que de llevarse a cabo perderían 26 operadores.

Ni siquiera el Departamento de Bomberos se salvaría del recorte, ya que de llevarse a cabo perderían 26 operadores. Crédito: Archivo / Aurelia Ventura

“Saludos desde Los Ángeles. Desearía que estuvieras aquí”, dice la tarjeta postal con íconos turísticos de la ciudad y dirigida al alcalde Antonio Villaraigosa.

Al reverso se lee: “Sabemos que usted está muy ocupado volando por todo el país planeando su gran convención política [del Partido Demócrata] y audicionando para su próximo trabajo]. Pero los residentes de Los Ángeles lo necesitan ahora”.

La postal es una de varias estrategias que está utilizando la Coalición de Sindicatos de la ciudad para detener el plan de Villaraigosa de eliminar 231 puestos de trabajo y equilibrar el déficit fiscal.

Desde el ciclo fiscal 2007-2008, el Ayuntamiento ha eliminado casi 5,000 puestos, reduciendo a 32,274 las plazas que dependen de su Fondo General. Lo ha hecho a través de jubilaciones anticipadas, despidos, salidas voluntarias y dejando vacantes sin cubrir.

Se estima que 210 de las 231 plazas en peligro están cubiertas por miembros de la Coalición. Sus salarios, seguros médicos y planes de retiro representan un costo de 17.3 millones de dólares, que es menos del 0.5% de los 4,500 millones de dólares agendados para el próximo año fiscal.

“Es una pequeña fracción del presupuesto, lo cual indica que la ciudad podría balancear su gasto fiscal sin sacrificar los servicios municipales, ni los empleos”, añade el grupo.

Dentro de la Policía de Los Ángeles (LAPD) está el grupo de empleados civiles que experimentaría el mayor número de bajas, al menos 159 (41% del total). Ya que muchos de estos empleos corresponden a personal administrativo, los sindicatos reclaman que no habría un ahorro real si estas funciones son desempeñadas por agentes del orden, cuyos sueldos y prestaciones son más elevados.

“El trabajo no se irá si las posiciones desaparecen”, añade Alice Goff, presidenta del sindicato AFSCME Local 36, que agrupa a secretarios y telefonistas de los sistemas 311 y 911.

Ni los bomberos, dentro del área de seguridad pública, una de las más defendidas por el Concejo Municipal y el alcalde, han escapado al intimidante fuego de los despidos. Ellos podrían perder a 26 operadores de su Centro de Despacho, ligado a la red de emergencias.

“Somos empleados dedicados, estamos en el primer nivel de respuesta; somos el vínculo entre los residentes y los equipos de rescate”, dijo Julián Maldonado, un bombero que ha dedicado 20 años a responder las llamadas de emergencia.

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