No hay fondos para mudar a migrantes

El asentamiento de casas rodantes Duroville, en el Condado de Riverside, ha sido víctima de luchas legales por años. Sus residentes viven sin calles pavimentadas o agua caliente, y un plan para mover a sus residentes se ha quedado sin los fondos anticipados.

THERMAL, California

(AP).— Las autoridades locales que buscan trasladar a los trabajadores agrícolas inmigrantes de un miserable asentamiento de casas rodantes ubicado en territorio tribal afirmaron que necesitan otros 12 millones de dólares para poder completar el traslado, pero el estado señala que la fecha límite para hacerlo ya se cumplió, lo que significa que ahora el dinero pertenece al estado de California, informaron los periódicos el sábado.

California rescindió los fondos para la reurbanización que las autoridades del Condado de Riverside hacía tiempo pensaban usar para la adquisición de 181 casas rodantes nuevas en otra zona para los 1,500 residentes que todavía viven en calles sin pavimentar y sin agua caliente en el Desert Mobile Home Park, comúnmente conocido como Duroville, informaron el Desert Sun y el Riverside Press-Enterprise.

Las autoridades del Condado de Riverside pensaban contar con los 12 millones de dólares para comprar las viviendas en el parque de casas rodantes Mountain View Estates, que es sensiblemente más seguro y limpio y se encuentra en la misma zona próxima a Thermal. Pero las autoridades estatales señalaron que los contratos por las casas rodantes se terminaron de completar recién en el mes de enero, aproximadamente seis meses después de la disolución de todas las agencias locales de reurbanización en el estado, por lo tanto, ese dinero volvía a California.

H. D. Palmer, portavoz del Departamento de Finanzas del estado señaló que tanto la disolución como la fecha límite de mayo no permitían la entrega de dichos fondos.

“Conforme a la ley, que establece que no se puede celebrar ningún contrato, lo rechazamos”, dijo Palmer al Press-Enterprise.

El supervisor del Condado, John Benoit, calificó la determinación como “precipitada” y señala que sin fondos adicionales, los residentes de Duroville se verán obligados a seguir soportando condiciones de vida peligrosas e inadecuadas.

“Realmente es un caso que pide justicia a gritos”, dijo Benoit. “Por eso se nos debe permitir terminarlo”.

Las autoridades del condado apelaron la determinación mediante una carta enviada el estado la semana pasada, en la que afirmaban que esperaban obtener una repuesta dentro de las próximas semanas y un resultado favorable.

“Creo que el estado va tomar la salida fácil en este tema”, informó John Aguilar, subdirector de vivienda del condado, al Desert-Sun.

El asentamiento ubicado en el Valle de Coachella a 130 millas al sureste de Los Ángeles, ha sido víctima de luchas legales y burocráticas desde hace años.

Recibe su apodo de Harvey Duro, propietario del parque y miembro de la tribu Torres Martínez Desert Cahuilla Indians, que puso a disposición 40 acres de su tierra a los trabajadores agrícolas en 1997 debido a la escasez de viviendas asequibles en la zona.

Como el parque se encuentra en territorio tribal, no está sujeto a los códigos de salud y seguridad establecidos a nivel local y estatal.

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