Iglesia Episcopal orienta sobre deportaciones
Distribuyen folleto entre los fieles indocumentados de la iglesia en Chicago para advertirles que conducir ebrio y sin licencia podría provocar la deportación
CHICAGO – Conducir ebrio y sin licencia puede ser una vía rápida a la deportación, según un folleto que se distribuye entre los fieles indocumentados de la iglesia episcopal Nuestra Señora de las Américas de Chicago, para advertirles que con su conducta están facilitando la tarea de Inmigración.
En Illinois hay decenas de miles de indocumentados que manejan diariamente sin licencia y seguro, y entre ellos es elevado el porcentaje de personas detenidas por DUI, o manejar bajo la influencia del alcohol -en su mayoría-, aunque también los hay drogados.
A pesar de que en el condado Cook, donde se asienta Chicago, rige una ordenanza de “santuario” que protege a los indocumentados de las preguntas policiales sobre su estatus migratorio, o que desde septiembre del año pasado las cárceles del condado no entregan indocumentados a Inmigración, igualmente es elevado el porcentaje de deportados.
“Y somos nosotros los que más colaboramos con Inmigración, nos estamos deportando solos”, dijo a Efe el activista Jesús Vargas.
“Nuestra gente parece no entender que no se puede tomar y manejar, y que el DUI es considerado un peligro para la comunidad, que da el paso automático a Inmigración”, agregó en una entrevista.
Otros delitos comunes entre los indocumentados que adquieren gravedad cuando se produce una detención son el consumo de drogas, la solicitud de prostitutas, el abuso sexual y la violencia doméstica.
Según Vargas, “andar con mica chueca (identidad falsa), seguro chueco o libreta de conducir falsa” son delitos federales que ni siquiera dan la oportunidad de comparecer ante un juez de Inmigración. “Es la deportación automática”, señaló.
La Iglesia, ubicada en el barrio Logan Square que tiene un alto porcentaje de habitantes latinos, decidió encarar el problema entre sus fieles con la distribución del folleto “No te deportes”.
Es una guía en español sobre los diferentes tipos de delitos y qué hacer en caso de ser detenido.
Vargas dijo que muchos indocumentados son detenidos en los suburbios, les toman las huellas digitales y surgen antecedentes previos de manejar ebrio o sin documentos. En algunos casos pueden pasar un par de años en la cárcel antes de ser deportados.
El activista dijo que muchas veces los inmigrantes no tienen conciencia de la gravedad de la violencia doméstica, que puede ser golpear o abusar de la pareja, pero también castigar a los hijos por una mala nota.
“Aunque el niño no lo denuncie, la escuela sí puede hacerlo porque ellos se dan cuenta de lo que pueda estar sucediendo”, dijo.
La Iglesia ha creado una cadena de información a través de la cual los fieles reciben el folleto, sacan copias y las pasan a familiares y amigos.
Cuanto más estén informados serán menos los errores, y también los pretextos que hoy tienen las autoridades para investigar a un indocumentado detenido en la calle por una infracción menor de tránsito, dijo Vargas.
Amalia López, que se encuentra en proceso de deportación, dijo a Efe que los indocumentados necesitan la comprensión de los jueces.
“Si me envían de regreso a Michoacán no sé lo que voy a hacer, las cosas están muy duras por allá”, agregó.
Por su parte, Víctor Manuel Arroyo, quien también aguarda la deportación, dijo que mucha gente viene a los EE.UU. sin saber cómo es la vida aquí. “Piensan que apenas es venir a trabajar, pero hay que tener cuidado con lo que se habla en la calle, porque en ocasiones uno se puede deportar a sí mismo”, señaló.
En el folleto se aconseja a “no decir o firmar nada” sobre el estatus migratorio en caso de detención. “Hay que guardar silencio y contactar a un abogado”.
“Cuanto más hablan, más se hunden. No importa si uno usa la identidad chueca para ir a trabajar, se puede terminar con un brazalete en el tobillo a la espera del día en que lo deporten”, dice el folleto.