Romney, en su búsqueda
Hay quienes intentan demostrar que pueden ser el próximo vicepresidente de EEUU
WASHINGTON, D. C.- La búsqueda de Mitt Romney de un compañero de fórmula ha entrado en una nueva fase.
A medida que su campaña presidencial evalúa candidatos, los republicanos con posibilidades están haciéndose ver en público para demostrar que pueden desempeñar el tradicional papel vicepresidencial de “perro de ataque”.
El presidente demócrata Barack Obama es “la persona menos preparada para asumir la presidencia”, afirmó el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, en un discurso en Kentucky esta semana. El senador Marco Rubio, de Florida, dijo a los republicanos en Carolina del Sur que los estadounidenses no habían visto una “figura tan divisiva (como Obama) en la historia estadounidense moderna”.
El representante Paul Ryan, de Wisconsin, habló el martes en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan -un escenario favorito para los republicanos en busca de atención- y dijo que Obama “quiere llevarnos aún más en la dirección equivocada”. Y en un acto en Alabama este mes, el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, calificó a Obama como “el presidente más incompetente desde Jimmy Carter”.
Ninguno de ellos -ni los que podrían estar ya en la lista de Romney- hablan de aspirar a la vicepresidencia. Ni tampoco admiten que estén mostrándose para ser escogidos. Los altos asistentes de Romney mantienen el secreto.
Pero las presentaciones de varios de ellos tienen lugar poco más de un mes después de que Romney se consagrara, en la práctica, como el estandarte del Partido Republicano. Su búsqueda de compañero de fórmula está en plena marcha y su cuartel central sopesa los pros y los contras de cada candidato potencial.
A tres meses de la Convención Nacional Republicana, su campaña tiene poco tiempo que perder, mientras Romney se prepara para adoptar una de sus decisiones más importantes. No solamente será un indicio de si tendrá posibilidad de ganar la Casa Blanca, sino también de cómo gobernaría la nación.
El conocimiento del proceso está limitado a unos pocos asistentes de alto nivel de Romney. Según los allegados, en la sede de Commercial Street 585 de Boston son pocos los que necesitan saber los detalles, y mucho menos, los periodistas.
Los republicanos que hablaron sobre el proceso de selección del candidato a vicepresidente lo hicieron con la condición de no ser identificados debido a que no quieren disgustarse con una campaña que les ha prohibido hablar en público sobre el tema.
El proceso es secreto por lo delicado. Están en juego los antecedentes políticos y también personales de los candidatos. “Uno se sienta a conversar con alguien y le pregunta si ha tenido problemas maritales alguna vez, si su cónyuge le ha engañado, si alguna vez ha buscado asesoramiento psiquiátrico, y eso es solo el comienzo”, explicó Sara Fagen, que trabajó para el expresidente George W. Bush y para la campaña de Romney en 2008.
A juzgar por las campañas del pasado, ese nivel de interrogatorio ocurre después de que la campaña redujera la lista a unos pocos nombres en seria consideración. La cuestión es no encontrar puntos vulnerables.