Dreamers aumentan presión a la Casa Blanca

Consiguieron el apoyo de 96 académicos de prestigiosas universidades

Los jóvenes que defienden el Dream Act no se dan por vencidos y aumentan su presión a la Casa Blanca.

Los jóvenes que defienden el Dream Act no se dan por vencidos y aumentan su presión a la Casa Blanca. Crédito: Archvio

WASHINGTON, D.C.- Los jóvenes no descansan. Luego de infructuosas conversaciones con el gobierno, ahora consiguieron el apoyo de 96 académicos, expertos en inmigración de prestigiosas universidades, para aclarar, por escrito, que el Presidente Barack Obama sí les puede otorgar alivio administrativo.

El mandatario y sus altos asesores, lo han dicho en público y privado. “El gobierno debe cumplir con las leyes de inmigración” y no es posible emitir una orden ejecutiva, para el grupo completo de jóvenes, que se beneficiarían con el proyecto de ley del Sueño.

A principios de este mes, en un discurso completo dedicado a inmigración, la directora del Consejo de Política Doméstica de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, reiteró este mensaje.

“Es un error pensar que las herramientas administrativas por sí solas son un remedio suficiente. El gobierno tiene la esperanza de establecer normas para el cumplimiento migratorio que perduren y provean racionalidad a una función necesaria e importante para hacer cumplir las leyes, y siempre buscaremos maneras de fortalecer esos esfuerzos. Pero, si queremos abordar el problema de la inmigración ilegal en su misma base, el Congreso tiene que aceptar su responsabilidad”, enfatizó.

Los Dreamers, sin embargo, no aceptan esta respuesta. En una carta enviada ayer, a la Administración, los jóvenes reclutaron el apoyo de profesores de leyes, expertos en inmigración, de universidades como UCLA, Yale, Harvard, Universidad de Miami, Nueva York, Arizona, sólo por nombrar algunas.

En la misiva de 10 páginas, se especificó que sí hay soluciones. “Escribimos sólo para explicar, que existe una clara autoridad ejecutiva, en diversas formas de alivio administrativo, para quienes calificarían en el proyecto de ley del Sueño”. Entre ellas acción diferida, libertad condicional en el lugar y salida forzada diferida.

La primera permite que la persona se quede temporalmente en Estados Unidos y pueda acceder a un permiso de trabajo, durante este lapso. Tras esto debe postular a una renovación.

La segunda elimina la necesidad de los beneficiarios de regresar a sus países, corriendo el riesgo de que se les apliquen las penas de 3 y 10 años por reingreso. La última, se otorga usualmente, en base a la nacionalidad y está asociada a condiciones extremas en las naciones de origen.

En un memorando interno enviado al director de del Servicio de Ciudadanía e Inmigración, Alejandro Mayorkas, al comienzo del gobierno de Obama, ya se habían mencionado las dos primeras opciones, como alternativas para otorgar alivio administrativo a parte de la población indocumentada.

Los Dreamers tienen desplegada la campaña “Derecho a soñar”, que contempla protestas, marchas y actos públicos, en estados como Arizona, Arkanzas, California, Florida, Oklahoma, Texas y Wisonsin. El objetivo principal es que el Presidente les entregue alivio administrativo, a través de una orden ejecutiva.

antonieta.cadiz@laopinion.com

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