Expandilleros colaboran con El Salvador
Miembros de pandillas rivales que en Los Angeles se enfrentaban, se han unido para auxiliar a su país de origen
Ex miembros de las pandillas rivales Blood y Crips que por años se pelearon en las calles del sur de Los Ángeles aterrorizando a los vecinos con los “drive by shootings” (balaceras desde vehículos) y que ahora trabajan en programas de intervención antipandillas, forman parte del grupo consultor que viajará a El Salvador para ayudar en el proceso de negociación entre las pandillas MS y 18.
La tregua entre ambas pandillas salvadoreñas inició en marzo del presente año y desde entonces, la cantidad de homicidios diarios ha bajado en un 70%, según datos oficiales.
Datos proporcionados a La Opinión por el Ministerio de Seguridad de El Salvador confirman que actualmente se registran alrededor de 5 homicidios al día desde que comenzó la tregua. Antes del acuerdo, el promedio diario era de 14 muertes, llegando con frecuencia hasta 18 víctimas al día.
La comisión denominada como Concejo Transnacional de Apoyo al Proceso de Pacificación de El Salvador está conformado por 21 personas de Los Ángeles, además de representantes de otros grupos de Washington, Virginia, Maryland, Oakland y San Francisco. Entre las personas que conforman este consejo están: el reconocido activista Aquil Basheer, por desarrollar varios programas de intervención y prevención de pandillas; Aqeel Cherrell, quien ha trabajado en Watts con miembros de Blood y Cribs; el padre Greg Boyle de Homeboy Industries; Paula Cruz, de la Comisión de Relaciones Humanas de Los Ángeles; y Juan Pacheco, de Barrios Unidos.
Alex Sánchez, director de Homies Unidos y quien también forma parte de la comisión, dijo que varios miembros de la comisión están preparando un viaje a El Salvador para finales de junio para ayudar en el proceso de negociación.
“Nos hemos comunicado directamente con los pandilleros y nos han pedido ayuda. Nos han dicho que es en serio lo que están haciendo y quieren mantener la tregua, pero para eso necesitan ayuda porque el proceso de pacificación aún es frágil”, dijo Sánchez.
Sánchez explicó que es urgente la mediación de personas con experiencia en programas de intervención de pandillas que han tenido éxito en Estados Unidos.
“Ahorita se han identificado a los líderes de las pandillas y estos han dicho públicamente que quieren paz, pero quienes hemos estado trabajando con estos muchachos sabemos que el liderazgo se puede perder rápidamente y si ellos lo pierden corremos el riesgo de que el proceso de pacificación se termine”, dijo Sánchez.
El Ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gral. David Munguía Payés, dijo durante una conferencia de prensa en Casa Presidencial recientemente que está ayudando al arzobispo castrense Monseñor Fabio Colindres a mediar entre las pandillas, pero recalcó que no es un acuerdo con el gobierno central.
“El Gobierno de la República en ningún momento está negociando con ninguna pandilla y mucho menos ofreciendo dinero para que paren los asesinatos aquí en nuestro país”, reiteró Munguía Payés, quien se impuso la meta de bajar la incidencia criminal en un 30%.
Para Sánchez, la violencia de las pandillas es un síntoma de que la sociedad está enferma y que el problema no se soluciona asesinándolos o encerrándolos en la cárcel en condiciones infrahumanas, sino dándoles oportunidades de una vida mejor.
Los pandilleros están pidiéndole al gobierno y a la sociedad civil acceso a salud física y mental, educación vocacional y otro tipo de entrenamiento que les pueda servir para integrarse como empleados.
“Ellos nos han dicho que están dispuestos a dejar la ‘renta’ (extorción), pero necesitan trabajos”, acotó Sánchez, quien negocia con empresarios en Los Ángeles y en otras ciudades la posibilidad de ofrecer entrenamiento y ayudarles a conseguir trabajo.