Arriesga su vida en cada juego: esposa de Cabañas
El jugador no puede cabecear y no maneja totalmente sus reflejos.
Asunción (Notimex).- Salvador Cabañas, exgoleador del equipo mexicano América, no tiene permitido cabecear y cada vez que entra a la cancha a jugar su vida está en peligro, afirmó hoy la esposa del jugador, María Lorgia Alonso.
En los últimos días se desató una polémica en el ambiente deportivo de Paraguay ante la situación creada con la vuelta del “10 a las canchas para juegos oficiales, alistado en su club de origen, 12 de Octubre de Itauguá, actualmente en la tercera división.
Cabañas ha alternado como suplente en algunos encuentros, pero nunca ha completado uno, y su gestión ha sido solamente discreta, notándose que físicamente está muy limitado y no maneja totalmente los reflejos y otras condiciones necesarias para la competencia.
La renuncia del técnico del 12 de Octubre, Marciano Rolando Chilavert, comenzó con la polémica sobre un tema que ya se venía manejando, que el ex as de la selección nacional guaraní no reunía los requisitos técnicos, mentales y físicos para jugar.
En declaraciones a una radioemisora reproducidas por medios escritos, la esposa del futbolista advirtió que “en el club se usó de cierto modo como imagen a Salvador, por eso nomás él está ahí, pero lo más grave es el peligro que corre dentro del campo.
“Él, por ejemplo, tiene prohibido cabecear la pelota, eso nadie lo dijo hasta hoy, tampoco puede hacer algunas cosas que se necesitan para ser parte de un equipo, creo que lo metieron más por marketing que otra cosa. Siempre dejé en claro sus limitaciones”, aclaró.
Pero fue más allá al asegurar que cada vez que Cabañas entra a jugar “está en riesgo su salud, pero el futbol le apasiona y no lo voy a tener en casa viendo televisión todo el día, él insiste y quiere jugar, yo me siento entre la espada y la pared”, confesó.
El crack paraguayo tiene una bala alojada en la cabeza, la cual le fue disparada el 25 de enero de 2010 en México, y que puso en riesgo su vida.
Lorgia Alonso, recordó que una vez, en un partido, Cabañas le pegó con la cabeza al balón y cayó, su hijo lo estaba viendo y quedó muy asustado.
Por último, dijo que está agradecida “porque si miramos dos años atrás no me iba a imaginar que podríamos tener este tipo de discusiones. Agradecemos cada momento que pasamos con Salvador, él sigue en pie, se espera mucho pero todavía no puede, aunque da el ciento por ciento”.