Activistas siguen en la lucha para alcanzar el ‘DREAM’
Protestarán afuera de las oficinas de Inmigración en Los Ángeles este viernes
LOS ÁNGELES – Activistas a favor de la iniciativa de ley DREAM Act planean tomar más oficinas de campaña del presidente Barack Obama para presionarlo a emitir una orden ejecutiva que detenga las deportaciones.
La medida iniciaría a fines de esta semana, dijo a The Associated Press el activista Dominic Powell, quien no quiso dar más detalles para no alertar a la campaña del mandatario.
“Tenemos varios grupos listos para ocupar las oficinas y lo haremos por el tiempo que sea necesario”, señaló Powell, dirigente de la red de organizaciones de activistas pro-DREAM Act.
La decisión de la Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes (NIYA) es una ampliación de la movilización que inició cuando un par de universitarios afiliados a la red fueron a protestar afuera de una oficina de campaña de Obama en Denver, Colorado, y terminaron realizando una huelga de hambre adentro.
Los universitarios terminaron la huelga de hambre y salieron de la oficina el pasado lunes por la noche , de acuerdo con Mohammad Abdollahi, cofundador de NIYA.
“Terminaron la huelga de hambre luego de que otros compañeros se comprometieran a realizar eventos similares esta semana”, explicó Abdollahi.
La NIYA tiene sucursales en varios estados, incluyendo Michigan, California, Nueva York, Virginia, Illinois, Carolina del Norte, Pensilvania y Georgia, de acuerdo a su sitio de Internet.
La campaña de Obama no contestó inmediatamente mensajes que le dejó la AP. Pero a fines de la semana pasada dijo en un comunicado que apoya la propuesta de ley DREAM Act, que pide dar ciudadanía a ciertos estudiantes o militares, aunque agregó que tal iniciativa requiere que los republicanos despejen el camino.
El objetivo de la movilización sería presionar al mandatario para que detenga las deportaciones de inmigrantes que podrían beneficiarse de las revisiones de casos de deportación que el gobierno está realizando.
“Como política, los casos revisados mediante la discreción del gobierno son un fracaso”, agregó Powell, resaltando que NIYA trabajó el mes pasado en más de 70 casos probablemente aptos para beneficiarse de una de estas revisiones, pero que ni uno de ellos quedó amparado bajo la política de discreción del gobierno.
“La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas no está cumpliendo esa orden, por eso es que necesitamos la fuerza de una orden ejecutiva para detener las deportaciones”, agregó
El año pasado, el gobierno de Obama anunció que revisaría unos 300 mil casos de deportación. Para ello se tendría en cuenta, entre otras cosas, si el potencial deportado carece de antecedentes criminales graves y si tiene parientes que sean ciudadanos estadounidenses o lazos que le aten a la comunidad en la que vive.
Activistas proinmigrantes se han quejado de esta revisión nacional alegando que las autoridades de inmigración habían identificado hasta mayo sólo 7.5% de estos casos como válidos para ser considerados.
Los integrantes de NIYA no serían los únicos universitarios sin autorización para vivir en el país legalmente que presionarían al presidente esta semana.
Miembros de la otra red de activistas proDREAM Act, United We Dream, han anunciado que este viernes protestarán contra Obama afuera de las oficinas de Inmigración en el centro de Los Ángeles.