Llegaron a acuerdo Tom Cruise y Katie Holmes ultiman detalles de su divorcio
Cruise y Holmes lidian con secuelas de su divorcio
NUEVA YORK.- El divorcio de Tom Cruise y Katie Holmes es una anticuada separación “hollywoodense” entre un par de astros y sus dramáticos asuntos de religión, dinero y la custodia de una hija, todos elementos de una gran historia para la hambrienta industria de las noticias de celebridades.
Y hasta ahora, Katie Holmes va ganando la batalla en los medios.
En la copiosa cantidad de tinta y pixels dedicados a la pareja desde que Holmes presentó su solicitud de divorcio el 28 de junio, la actriz ha sido mostrada con mucha más compasión. Sea verdad o no, la narrativa que ha emergido habla de una esposa encerrada que se libera de la servidumbre de un matrimonio extraño y viciado.
La revista Us Weekly ha reportado que la pareja “peleó brutalmente” en torno a la crianza de su hija bajo los preceptos de la cienciología. El diario The Daily News ha anunciado con bombos y platillos que Holmes está entrando a “una nueva fase”. Un titular del sitio web de farándula TMZ expresó que “Tom me trataba como un robot”.
Esa quizás también sea la versión más conveniente de una relación que, ya en sus inicios, generó camisetas en las que decía “¡Liberen a Katie!”.
La maquinaria de Cruise ha comenzado a negar vehementemente tal versión. El abogado de Cruise Bert Fields ha dicho que están permitiendo que “la otra parte juegue con los medios hasta que todos se cansen”. La iglesia de la cienciología no quiere ser vista como la causa de separación.
“No es completamente certero de que esta sea Rapunzel escapando del castillo, que es lo que a la gente le encanta decir”, dice Larry Hackett, editor de la revista People, que dio la primicia del divorcio. Lo califica como la historia de celebridades más noticiosa de los últimos dos o tres años, después de la muerte súbita de Whitney Houston.
“El peligro con este tipo de noticia es el mismo peligro que hubo cuando todo esto empezó”, dice Hackett. “Son las conjeturas sobre la iglesia y todas esas cosas, y existe abundante información de que ciertamente parece posible. Pero como con cualquier otra historia, hay que agotarla”.
En la semana y media después de que solicitó el divorcio, Holmes también ha llamado la atención con un puñado de apariciones públicas. Participó como jueza invitada en un episodio de Project Runway de Lifetime, fue fotografiada llevando a su hija de seis años, Suri, a comer un helado, y fue vista visitando el Museo de Arte para Niños.
Esto sólo ha alimentado la visión de que Holmes ahora vive más libre y, al mismo tiempo, de que está orquestando una campaña de relaciones públicas.
“Creo que está siendo lista. Si uno cae en una mentalidad de búnker, uno crea más demanda” de fotógrafos, dijo el publicista de celebridades Howard Bragman, vicepresidente de reputation.com. “A mis clientes que están bajo la mira de los paparazzi les digo, ‘Anda y vive tu vida’. Eso permite que el globo se desinfle un poco, por así decirlo”.
Si Holmes realiza suficientes visitas al supermercado, dijo Bragman, “los paparazzi se van a cansar y van a decir, ‘Ay, qué aburrida’, y esperarán a que Alec Baldwin le suelte un manotazo a alguien”.
Harvey Levin, fundador y director editorial de TMZ, dice que ambas partes ya están promoviendo sus propias versiones de los eventos: la posición de Holmes es que está librando a Suri de la cienciología; la de Cruise es que este es un asunto de dinero. “Es realmente repugnante”, dice.
“Aún no se sabe toda la historia, y nunca se sabrá”, añadió Levin.
En los siete años que Cruise y Holmes ventilaron en público su relación, mucho ha cambiado en el mundo de las noticias de farándula. El año 2005 fue, en cierto modo, un ápex: mientras Cruise saltaba en el sofá de Oprah Winfrey, el divorcio de Brad Pitt y Jennifer Aniston se formalizaba, se creó TMZ y el mundo digital tomó una postura más agresiva en la cobertura de la vida personal de los famosos.
El hambre por las noticias de celebridades, avivado por los medios sociales, sólo se ha incrementado desde entonces; pero sus protagonistas ya no suelen ser personalidades de primera línea. Hoy son menos las grandes estrellas de cine (Forbes recientemente colocó a Cruise, de 50 años, de lejos como el artista que más dinero ganó en el último año), así que hay algo casi chapado a la antigua en el divorcio de Cruise, su tercero tras sus fallidos matrimonios con Mimi Rogers y Nicole Kidman.
In Touch Weekly y su revista hermana, Life & Style Weekly, son algunas de las muchas publicaciones enfocadas en el ángulo del escape de Holmes. Sus portadas anuncian “La pelea por Suri” y “Katie liberada”, respectivamente.
“Nos intriga saber quién es Katie en realidad”, dice Dan Wakeford, editor en jefe de ambas revistas. “Ha pasado tanto tiempo escondida y dominada y controlada por Tom, que realmente queremos saber cómo es ella y cómo va a cambiar”.
“Katie ciertamente está ganando la batalla en los medios por un amplio margen, de momento”, agrega Wakeford.
“Siempre ha sido vista como una figura bastante dócil y ahora de pronto emerge como una realmente fuerte, y eso es inspirador para nuestros lectores”, termina aquel.