Filipinos ganan demanda en California por política de lenguaje

El empleador les exigía hablar únicamente inglés, se repartirán casi 1 millón de dólares

El acuerdo beneficiará a casi 70 enfermeras y miembros del personal médico que demandaron al Centro Médico Regional de Delano, en el condado de Kern.

El acuerdo beneficiará a casi 70 enfermeras y miembros del personal médico que demandaron al Centro Médico Regional de Delano, en el condado de Kern. Crédito: Archivo/J. Emilio Flores / La Opinión

DELANO.- Decenas de empleados de hospitales de California de origen filipino se repartirán casi un millón de dólares gracias al acuerdo que obtuvieron luego de haber ganado una demanda en la que reclamaban que fueron sujetos a una regla que les exigía hablar únicamente inglés en su lugar de trabajo, informaron ayer autoridades federales.

El acuerdo beneficiará a casi 70 enfermeras y miembros del personal médico que demandaron al Centro Médico Regional de Delano, en el condado de Kern, por prohibirles hablar tagalog y otras lenguas filipinas, aunque se les permitía a otros trabajadores hablar en sus idiomas maternos, entre ellos el español, según información proporcionada por la Comisión de Oportunidades Laborales Equitativas de Estados Unidos.

En la demanda, que se entabló en 2010, se acusa a ese centro de haber creado un ambiente de trabajo hostil para los filipinos al amonestar únicamente a ellos y animar al resto del personal a denunciarlos.

El centro médico defendió su política de hablar solo en inglés como un aspecto fundamental para la atención de los pacientes.

En una declaración escrita, las autoridades afirmaron que el hospital no hizo nada incorrecto.

Conforme a las leyes de California, los patronos pueden exigirles a los empleados que hablen inglés si existe una necesidad comercial.

Durante décadas miles de enfermeras filipinas han inmigrado a EEUU como una forma de reducir la escasez de personal médico del país. Más de la mitad de las enfermeras de EEUU que se capacitaron en el extranjero provienen de Filipinas.

Las enfermeras filipinas del Centro Médico Regional de Delano dijeron que en 2006 se les convocó a una reunión extraordinaria con la gerencia del hospital, donde se les advirtió que no hablaran en tagalog y que se instalarían cámaras de vigilancia, de ser necesario, como forma de control.

De acuerdo con la demanda, en esa reunión no se incluyó a empleados de otros grupos lingüísticos. Desde entonces -según han señalado los trabajadores filipinos- los compañeros de trabajo les ordenaban todos los días que hablaran solo inglés, incluso durante los descansos.

Los trabajadores sostienen que fueron víctimas sin debido motivo de escrutinio, medidas disciplinarias, acoso y amenazas a causa de este tema. La política del hospital, que exige hablar inglés o el idioma de preferencia de los pacientes cuando son atendidos, permanece en vigor, según se afirmó en una declaración del hospital, aunque la misma ya fue actualizada.

Como parte del acuerdo con el juez, el hospital aceptó crear también protocolos firmes para lidiar con las quejas de acoso y discriminación, adoptar una política sobre idiomas que se apegue ala Ley de Derechos Civiles y ofrecer a todos los empleados capacitación contra el acoso y la discriminación, además de capacitación adicional a los supervisores.

El Centro Médico Regional de Delano cuenta con 156 camas y está ubicado a 30 millas al norte de Bakersfield.

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