Andy Warhol y su impacto en el arte

El Museo Metropolitano de Nueva York explora el impacto de Andy Warhol en el arte del último medio siglo

Aspecto de la nueva muestra del Museo Metropolitano de Nueva York sobre el trabajo de Andy Warhol.

Aspecto de la nueva muestra del Museo Metropolitano de Nueva York sobre el trabajo de Andy Warhol. Crédito: EFE

NUEVA YORK.- El Museo Metropolitano de Nueva York explora por primera vez el impacto de Andy Warhol en el arte del último medio siglo con una exposición que confronta algunas de las obras más características del padre del “pop art” con las de otros sesenta artistas, como Jeff Koons o Ai Wei Wei.

“De ninguna manera busca ser la última palabra, pero esta muestra sí que espera abrir una conversación, por una parte, sobre la influencia de Warhol y, por otra, sobre lo que significa vivir en una cultura que está reciclándose continuamente”, explicó el lunes uno de los comisarios de la muestra, Ian Alteveer.

Contemplando a Warhol- Sesenta artistas, cincuenta años, abrió el martes al público para poner de relieve ese impacto hasta el próximo 31 de diciembre gracias a 150 obras, un tercio de ellas realizadas por el propio Warhol (1928-1987) y el otro centenar, por artistas de tres generaciones.

Pese a que la “respuesta es abierta”, el principal objetivo de la muestra es responder a una recurrente pregunta, estudiada durante décadas por los críticos de arte pero nunca antes por un gran museo. “¿Es Andy Warhol el artista más influyente del último medio siglo?”, aseguró Alteveer.

El resultado es el nacimiento de un “maravilloso diálogo”, no solamente entre las obras del artista de Pittsburg (Pensilvania) y esos otros sesenta artistas, sino también entre todos ellos gracias a la división de la exposición en cinco espacios temáticos que los conecta.

El primero de ellos, Noticias diarias- de la banalidad al desastre, explora la fascinación de Warhol con el imaginario de la vida cotidiana, desde las portadas de revistas y diarios sensacionalistas hasta los objetos que simbolizaban el consumismo de la cultura estadounidense de los años sesenta.

En esa sección no podía faltar uno de los máximos exponentes de esa obsesión, las latas de sopa Campbell, gracias a Big Campbell’s Soup Can, 19¢ (1962), ni la característica repetición warholiana de una botella de Coca-Cola en Green Coca-Cola Bottles, también pintada en 1962.

Casi medio siglo después, en 2010, la influencia de esa obra quedó plasmada en Neolithic Vase with Coca-Cola Logo, en la que el artista chino Ai Wei Wei imprime el logotipo de ese refresco en una vasija de cerámica con la que deja ver el impacto de ese símbolo del consumismo estadounidense en otras culturas.

“El extraordinario trabajo de Ai Wei Wei por un lado responde a Warhol, porque Warhol está fascinado con las marcas y el consumismo, pero además es un ejemplo perfecto de cómo los artistas también están en diálogo con Warhol y no solo influenciados por él”, asegura el comisario.

A su juicio, la obra que más claramente representa el impacto directo que ejerce el artista de origen eslovaco es New Hoover Deluxe Shampoo Polishers, New Shelton Wet/Dry 10-Gallon Displaced Tripledecker, en la que Jeff Koons despliega unas aspiradoras tal y como se podrían ver en el escaparate de un gran almacén estadounidense.

“No mucha gente recuerda que Warhol empezó como diseñador gráfico de escaparates aquí en Nueva York y, de hecho, uno de los trabajos que tenemos en nuestra colección de 1961 se expuso por primera vez en las vitrinas de las tiendas Bonwit Teller”, explicó Alteveer.

La muestra continúa con una sección dedicada al interés de Warhol en los retratos de los ricos y famosos, como queda patente en su representación de Jacqueline Kennedy, Red Jackie (1964), y sus archiconocidas obras centradas en Marilyn Monroe, de la mano de Turquoise Marilyn (1964).

De ellas han bebido artistas como Cindy Sherman, Elizabeth Peyton o Alex Katz, cuyas obras aparecen colgadas junto a esos retratos para demostrar esa influencia, como se puede ver con especial claridad en Evelyn (Blau), de Gerard Richter, o en Barbara Walters, de Julian Schnabel.

La muestra estudia además la aportación de Warhol a la representación de la sexualidad y el género en el arte con Queer Studies- Camouflage and Shifting Identities, que tuvo especial influencia sobre algunos de sus coetáneos, como Robert Mapplethorpe o Jean-Michel Basquiat.

Los dos últimos espacios de la exposición exploran la “proliferación de imágenes inherentes a los proyectos de Warhol”, bien gracias a la abstracción como en Oxidation Painting (1978) o a su interés en otras formas de expresar el arte gracias a su experimentación con el cine, el diseño o la fotografía.

“Warhol siempre estaba buscando algo nuevo que hacer, y precisamente ésa puede ser su cualidad más importante como artista”, concluyó Alteveer.

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