Metrolink cumple 20 años
A lo largo de dos décadas, la agencia de trenes ha servido a millones
Con el trauma de los accidentes fatales y los problemas de presupuesto, la agencia de trenes Metrolink llega hoy viernes a su vigésimo aniversario, período en el que ha transportado a más de 100 millones de personas en todo el Sur de California.
Sólo tres rutas y once estaciones en dos condados tenía el sistema cuando abrió sus puertas, el 26 de octubre de 1992. Actualmente, Metrolink cuenta con siete líneas y 55 estaciones, recorriendo 512 millas de vías férreas en Los Ángeles, Riverside, San Bernardino, Orange, Ventura y San Diego.
En dos décadas, la cantidad de abordajes subió de 2,300 a 44,000 diarios.
“Si se consideran las decenas de miles de vidas que beneficiamos cada día, nuestro impacto positivo en mejorar la calidad del aire y reducir el tráfico puede ser abrumador”, celebró Richard Katz, presidente de la junta ejecutiva de Metrolink. “Esto es un tremendo hito”, subrayó.
Pero tanto ir y venir sobre rieles que cruzan por muchas calles y que además comparte con trenes de carga, no han exentado a la agencia de los incidentes fatales. Uno de éstos, de hecho, es considerado el peor accidente ferroviario en la historia de Estados Unidos.
Ocurrió el 12 de septiembre de 2008. Uno de sus trenes chocó de frente contra otro de la compañía Union Pacific a la altura de Chatsworth, dejando un saldo de 25 muertos y 135 heridos. La investigación del accidente concluyó que el operador de Metrolink no se detuvo por estar distraído: enviaba mensajes de texto en su teléfono celular.
Ese trágico día, Genoveva Roque, residente de Los Ángeles, estuvo a punto de abordar ese tranvía, el 111, pero lo perdió por llegar tarde. Después se enteró en los noticieros lo afortunada que fue. “Dios todavía no me quiere allá arriba”, comentó esta originaria de Guadalajara, México.
Según expertos y estadísticas de la agencia, los percances que han sufrido los trenes de Metrolink (otras once personas murieron en 2005 por un frustrado intento de suicidio en Glendale, y dos más en 2002 por un choque en Placentia) no han reducido el interés hacia este medio de transporte.
“Han cambiado la manera como supervisan los trenes, hay cámaras en las cabinas que permiten ver qué están haciendo los operadores; han hecho mucho para mejorar la seguridad”, señaló Bart Reed, director ejecutivo de The Transit Coalition.
Metrolink reporta que a raíz del incidente de Chatsworth también implementa el sistema Control Positivo de Trenes (PTC), que automáticamente detiene un tren si detecta que éste avanza a exceso de velocidad o en una zona no autorizada. A la fecha ha instalado casi el 50% del dispositivo, cuyo valor es de $210 millones.
“La seguridad de nuestros pasajeros y personal es y será siempre lo principal”, recalcó Katz.
Natalia Harris, quien viaja de Palmdale a Los Ángeles cada mes, sabe lo que ha pasado en los rieles, pero dice que sólo la espanta “un poco”, no lo suficiente para dejar de viajar en tren. “Me gusta el servicio porque son viajes suaves”, dijo.
Lo que no tiene tan contentos a los usuarios son las alzas de tarifas. Desde el 1 de julio, ellos deben pagar 7% más por recorrido, una medida que la agencia tomó para no reducir el servicio, generar $4.5 millones y, junto a subsidios de distintos organismos, cerrar un hueco fiscal de $13 millones.
El fluctuante precio de la gasolina, entre otros factores, elevó un 12% los abordajes de Metrolink desde 2010. Aunque Reed cree que habría más pasajeros ofreciendo servicio nocturno, más corridas los fines de semana y rutas de autobuses en centros laborales y educativos.