Otra vez Obama

política

El presidente Barack Obama logró su reelección. Lo hizo de una manera resonante por medio del Colegio Electoral. El voto popular, el cual solo tiene un significado simbólico en el sistema electoral norteamericano, le dio una victoria tibia.

De todos modos, venció a su rival y ahora tiene el compromiso de cumplir con las promesas que hizo años atrás, cuando fue elegido por primera vez.

El camino de los cuatro próximos años no va a ser nada fácil. Nuevamente el electorado nacional mantuvo al Congreso dominado por uno y otro partido político. El Senado está controlado por los Demócratas y la Cámara Baja por los Republicanos.

A pesar de lo difícil de la situación en el Congreso, el Presidente tiene la ventaja de disponer de mucho capital político para recomponer su agenda en Washington.

Estos cuatro años son los últimos de su carrera política y su posición en la Casa Blanca le permite apretar a los congresistas y senadores en Washington. Si es que los dos, Demócratas y Republicanos, no quieren hablar el uno al otro, el presidente tiene la virtud de casi obligarlos a darse la mano y proceder con un diálogo constructivo.

En este sentido, Obama tiene todos los recursos para proveer a los Latinos el DREAM Act. No creo que los republicanos en la Cámara Baja acepten una reforma integral que permite la regularización de todos los indocumentados, pero el DREAM Act está al alcance de sus manos.

De acuerdo a los resultados de las elecciones de esta semana, una mayoría del electorado latino votó por candidatos Demócratas. 10% del electorado nacional está compuesto por votantes latinos. De ese total, muy cerca de 70% apoyó la reelección de Obama. En algunos estados con inclinación de ir a uno u otro partido político (swing states), como Florida, Virginia, Colorado y Nevada, nuestro voto fue determinante en el resultado final.

Los conservadores no pueden mantener una política anti-latina y pensar que pueden ganar en las próximas elecciones.

En consecuencia, el DREAM Act es una posibilidad de diálogo y de reencuentro con el voto latino para los republicanos. Anteriormente el ex presidente Ronald Reagan logró el apoyo de los latinos con una medida singular que regularizó a millones de indocumentados. George W. Bush, con todos los problemas que trajo al país, pudo acercarse más debido a una retórica centrada en el conservadurismo social. Mitt Romney ni eso ofreció. Por el contrario, recrudeció su animosidad contra los latinos.

A la comunidad latina le interesa que resuelva la situación de los estudiantes indocumentados. Ya dio el primer paso con la Acción Diferida. Empero, hoy es necesario que exista una ley para que ellos puedan respirar aire puro en las universidades.