Fábrica debió haber cerrado
La empresa donde murieron decenas no cumplía con las normas
DACA, Bangladesh. Una fábrica de prendas de vestir de Bangladesh que producía ropa para Wal-Mart, Disney y otras compañías occidentales tuvo que haber cerrado hace dos meses porque perdió su certificado contra incendios en junio, cinco meses antes del siniestro donde murieron 112 trabajadores, le dijo un representante de los bomberos a The Associated Press (AP).
Por separado Delwar Hossain, propietario de la fábrica Tazreen, dijo a la AP que sólo había recibido permiso de construir unas instalaciones de tres pisos, pero las expandió ilegalmente a ocho y estaba agregando un noveno cuando se produjo el incendio el 24 de noviembre.
Las autoridades sabían de los problemas, pero aun así la fábrica en la que laboraban unas mil 400 personas siguió funcionando.
Las revelaciones en torno al incendio más letal en una fábrica de ropa en la historia de Bangladesh proporcionan una idea de la naturaleza caótica de las regulaciones de seguridad en las más de 4.000 fábricas de prendas de vestir del país.
La Autoridad de Desarrollo de Capital pudo multar a Tazreen Fashions Ltd. e incluso presionar para que se demolieran los pisos construidos sin permiso, dijo un funcionario de la oficina que habló con la AP con la condición del anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones a la prensa. Pero eligió no hacer nada, en lugar de enfrentar a una de las industrias más poderosas en Bangladesh, agregó.
“Debo reconocer que tenemos nuestras debilidades”, dijo. “No sólo Tazreen, hay cientos de edificios más, es la verdad”.
La industria textil bengalí, valuada en 20 mil millones de dólares anuales, representa 80% de las exportaciones totales del país y prácticamente es intocable para el gobierno, dijo Kalpona Akter, directora ejecutiva del Centro de Solidaridad para los Trabajadores de Bangladesh, un grupo de derechos laborales. “Estas fábricas deberían cerrarse, pero ¿quién lo hará?”, dijo. “Cualquier buen inspector del gobierno que quiera actuar contra empresas así de granujas sería quitado del cargo. ¿Quién puede asumir ese riesgo?”.
Aunque la fábrica tenía tres escaleras, no contaba con salidas de emergencia especialmente diseñadas. De los extintores en el edificio, ninguno funcionaba o los empleados no sabían utilizarlos, dijeron los sobrevivientes.