Entre la alegría y la amargura
Galaxy y Chivas USA muestran su futbol muy diferente en '12
En el 2012, el Home Depot Center se convirtió, para unos, en el castillo de los sueños y anhelos cumplidos, y para otros, en la casa del dolor y las pesadillas.
El inmueble de Carson fue el escenario donde el Galaxy de los Ángeles se coronó por segunda ocasión consecutiva como campeón de la MLS.
De igual manera, la casa de los galácticos quedó en los anales de la historia como el recinto donde David Beckham jugó su último partido como miembro de la Liga profesional de Estados Unidos.
El mediocampista inglés se retiró en lo más alto de la cima: besando el trofeo de campeón mientras era ovacionado por los 29 mil aficionados que acudieron al estadio para presenciar la final ante el Dynamo de Houston.
El Galaxy hizo historia al capturar su cuarto título de la MLS y su entrenador, Bruce Arena, en ser el primer técnico en conseguir bicampeonatos con dos equipos diferentes.
Primero lo hizo en las temporadas 1996 y 1997 dirigiendo al D.C. United y en el 2011 y 2012 logró la hazaña con el conjunto angelino.
“Son épocas diferentes, equipos distintos, no puedo comparar un bicampeonato con el otro, no sería justo de mi parte hacer eso”, señaló Arena.
Antes de dejar al Galaxy para marcharse a Europa, Beckham elogió el trabajo de Arena, a quien consideró el arquitecto del éxito del que hoy goza la franquicia de Los Ángeles.
“Bruce vino a poner orden y a establecer un sistema de juego que nos llevó a conseguir nuestros objetivos”, afirmo el británico, quien los primeros dos años en el equipo sufrió la inestabilidad de cambios de entrenadores y directivos.
Beckham, quien trabajó seis temporadas para el Galaxy, se fue de la MLS con 98 goles, 40 pases para anotación, 91 partidos jugados y 8066 minutos en la cancha.
Pero más que las estadísticas, el londinense dejó impreso un legado difícil de cuantificar para la Liga.
“El valor de su estadía en la MLS es invaluable, nos abrió el camino para crecer y convertirnos en una Liga exitosa”, afirmó el comisionado de la MLS Dan Garber.
Desde la llegada de Beckham en 2006, la MLS aumentó su número de equipos de 12 a 19 y las ventas relacionadas con mercancía de la Liga subieron 215 por ciento.
“Me voy contento, feliz de haber hecho que está Liga creciera, de que ahora sea reconocida en todo el mundo”, dijo Beckham quien en el futuro espera regresar a la MLS como propietario de algún equipo de expansión.
Mientras el Galaxy disfruta miel sobre hojuelas, el otro equipo local, el otro equipo que juega en el Home Depot Center, Chivas USA, se derrumbó por completo.
El inicio del año parecía prometedor cuando el Rebaño estadounidense dio un golpe mediático al presentar su uniforme para la temporada 2012 a bordo de un avión que volaba a 30 mil pies de altura.
Parecía que era el inicio de una nueva era para el cuadro rojiblanco, pero en realidad solamente fue el principio del fin.
Chivas USA concluyó la temporada como el peor equipo dentro de la MLS lo que propició la intervención del propietario del Club Guadalajara, Jorge Vergara.
Siendo dueño el 50 por ciento de las acciones de Chivas USA, Vergara compró el resto del paquete a los hermanos Antonio y Lorenzo Cué para de esta manera tomar posesión absoluta de la franquicia de la MLS.
“No podemos estar peor, haré todo lo que se pueda para la situación cambie”, dijo Vergara al tomar oficialmente el control del plantel angelino.
Vergara prometió que en dos años el Rebaño americano tendrá un nuevo estadio en el centro de la ciudad de Los Ángeles y que en ese mismo periodo el equipo levantará su primer título de campeón.
Por lo pronto, el pastor del Rebaño angelino ya dio el primer golpe al contratar a José Luis Sánchez Solá, mejo conocido como “Chelís”, como el nuevo entrenador de Chivas USA.