Entrevista

Cástulo Guerra se sumerge en ‘Bless me, Ultima’ (Video)

Es una historia adaptada del libro de Rudolfo Anaya, que causó gran controversia en los 70 y que narra la vida de una familia chicana.

Cástulo Guerra es Tenorio Trementina en la película 'Bless me, Ultima', que se estrena este viernes.

Cástulo Guerra es Tenorio Trementina en la película 'Bless me, Ultima', que se estrena este viernes. Crédito: Arenas

Cuando Cástulo Guerra tuvo en sus manos el proyecto para actuar en Bless Me, Ultima, hubo varias cosas que llamaron su atención, pero sobre todo que le sorprendieron.

Una de ellas: que la historia fuera sustraída de un libro —que lleva el mismo título—, escrito por un chicano hace cuatro décadas y que por su rechazo por aquel entonces, siempre ha sido relegado.

Guerra (Argentina, 1945), expresa que, ahora con la película —que estrena hoy en más de 200 salas del país—, el libro “está recibiendo una justa recompensa”.

Aunque es un ávido lector, el actor (—visto en filmes como Terminator 2: Judgment Day, The Usual Suspects, Amistad, The Mexican y The Alamo, entre otros), confiesa que nunca supo de la existencia del libro escrito por Rudolfo Anaya, hasta agosto de 2010, cuando fue invitado a participar en la película dando vida a Tenorio Trementina, un hombre temido, que busca vengar la muerte de una de sus tres hijas y, por eso se enfrenta a los poderes de espirituales de Última.

Bless me, Ultima [Bendíceme, Última], rechazada desde antes de su publicación en este país, se centra en la historia de una familia mexicoamericana, específicamente en la vida de Antonio Márez (Luke Ganalon), un niño que crece en Nuevo México durante la Segunda Guerra Mundial y su encuentro con la curandera, Última (Miriam Colón), quien llega a vivir a su casa y le enseña sobre los poderes del mundo espiritual, que más tarde son los que protegerán a su familia.

Con el tiempo, Antonio se cuestiona la estricta doctrina católica, luego de una serie de misteriosos y aterradores eventos.

Guerra comenta que su personaje es un hombre descontrolado, que se le viene abajo toda su estructura del mundo cuando una de sus hijas— que hace brujería— muere, y culpa a Última de esa tragedia.

“Para mí era muy importante no hacer al malo acartonado, superficial o con el cliché de malo”, explica en entrevista telefónica con ¡hola LA!. “Hice mucho estudio, profundicé el tema de la brujería, de las prácticas satánicas y supe entender más el personaje de Tenorio y su relación con la brujería y lo que representaba Última, al ser la curandera”.

En este largometraje, dirigido por Carl Franklin (One True Thing, con Meryl Streep, y The Devil in a Blue Dress, con Denzel Washington), participaron otros grandes actores latinos como Joaquín Cosío (A Better Life), Dolores Heredia (Santitos) y Benito Martínez (The Shield), entre otros.

El actor argentino, que tiene varias décadas de radicar en este país, dice que uno de los momentos más complicados pero también memorables, es cuando Tenorio tuvo que confrontarse con Narciso (Cosío).

“Nos congelamos hasta los huesos, estaba haciendo un frío espantoso y debíamos pelearnos bajo la lluvia”, relata el actor.

“Pero al mismo tiempo que sufríamos, reíamos a mares, y parecíamos dos seres endemoniados. Un momento precioso. Sólo Joaquín y yo sabemos lo que significa esa escena”.

La adaptación al guión firmado por Franklin, según el actor, fue muy fiel al libro de Anaya.

“Me pareció estupenda”, resaltó. “Respetó toda la historia, no torció ni la narrativa ni los personajes. Respetó fielmente el texto de Anaya, hasta el punto de que los diálogos son casi sacados del libro”.

Guerra ha hecho participación en una gran cartelera de largometrajes en Hollywood y series de televisión, como (donde actuó en series como Falcon Crest, CSI: Miami, la reciente Dallas y CSI Las Vegas, donde recientemente intervino.

“He tenido la fortuna de hacer cosas que son de un cierto nombre como Terminator 2, The Alamo, The Mexican… que pueden tener cierta importancia y otras que caen en el rublo de trabajo de actor”, comenta. “Y eso a mí me place mucho porque incluso Laurence Olivier solía decir eso y a mí me inspira mucho, porque no hay nada de malo en ser un trabajador de las artes”.

Pero además del cine, otra de sus grandes pasiones es la lectura. Por eso se dijo sorprendido cuando le hablaron de un libro que actualmente es una lectura casi obligada—por así decirlo— en las universidades del estado.

“Después de 40 años en este país, me pregunté: ¿cómo fue que nunca me había llegado ese libro a mi atención?… Consiente o inconscientemente a Bless me, Ultima se le puso un tapón”, concluyó.

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