Giselle Blondet y su reto en ‘Nuestra Belleza Latina’

Nuestra Belleza Latina, el programa de Univision con mayor audiencia en la televisión en español, estaba proyectado para que fuera un éxito pero nunca se pensó en los alcances logrados.

“Nos ha sorprendido porque ha sido más de lo que esperábamos”, confiesa Giselle Blondet, presentadora del concurso de belleza desde su primer año.

Pero el triunfo no sólo ha sido de la cadena, en términos de ratings, ni de la ganadora —que recibe una casa, coche, dinero, viajes y trabajo—, sino también para algunas de sus aspirantes que, sin la corona, han encontrado las oportunidades fuera de la televisión.

La actriz y presentadora puertorriqueña del programa, que dará inicio el domingo, comenta que parte de ese éxito es la historia de familia de algunas chicas, que en algunos casos vienen de situaciones humildes, y llegan a convertir su sueño en realidad.

“Hemos tenido historias que son de la verdadera Cenicienta”, expresa.

Como es el caso de Alejandra Espinoza, ganadora de la primera edición del concurso y que trabajaba en un McDonald’s en la zona fronteriza de San Isidro, California. Provenía de una familia mexicana, trabjadora, humilde y, gracias a NBL, ha tenido una transformación impresionante como conductora en Univision.

Nuestra Belleza Latina regresa en cada edición con nuevos desafíos para las chicas, pero este año también lo será para la misma conductora.

Blondet —de 49 años y madre de dos hijos—, en noviembre pasado, sufrió la pérdida de su madre, Doña Alba, quien en cada gala del concurso la acompañaba ocupando un lugar entre la audiencia.

“Creo que va hacer lo más difícil que enfrentaré ahora… ver esa silla vacía, que le corresponde”, comenta la presentadora. “No me gusta hablar de esto, pero varias psicólogas, incluyendo a mi hija, me dicen que lo mejor es hablar de ella para sanar mi dolor”.

Agrega que su madre fue una mujer muy alegre, “muy farandulera”, a la que le gustaba sacarse fotos con todos los artistas, escribía música que grababa para luego darles el CD a los artistas.

“Yo me ponía histérica, le decía: ‘mami cómo vas a hacer eso, no lo hagas me da vergüenza”, comenta con una sonrisa la anécdota. “Sin pedirle permiso a nadie, le dedico mi trabajo, esta temporada a ella que siempre estaba tan orgullosa”.

Pero además de esa parte personal que le produce esta nueva edición, Blondet experimentará otro reto más alegre, porque será la plataforma donde presentará su colección de joyería y accesorios GI by Giselle Blondet, que saldrá al mercado a finales de marzo.

“Llevo unos años pensando en esto y una vez más, no importa en que etapa de tu vida te encuentres, puedes realizar tus sueños, hay que luchar por ellos, nada es imposible”, comentó.

En cada nueva edición de Nuestra Belleza Latina, la producción hace modificaciones.

Este año los cambios iniciaron desde antes de iniciar la proyección del programa.

“Las audiciones fueron diferentes”, explicó. “Visitamos las seis ciudades [más importantes del país], pero en esta ocasión trajimos a todas las chicas a Miami y aquí en un teatro las enfrentamos a los jueces y al público en vivo”.

Blondet comenta que el público asistente pudo comentar, “y eso me parece, influyó un poco en la decisión de los jueces y en los nervios de ellas”.

La presentadora asegura que este cambio se hizo con el propósito de poner a prueba a las participantes en su dominio del escenario, porque las pruebas del concurso que tendrán que enfrentar una vez que son seleccionadas serán más intensas.

“En varias ocasiones, después de la primera etapa, hay chicas que han renunciado porque sienten que no pueden con la competencia y ahora queremos estar más seguros de que tienen la personalidad necesaria”.

Blondet dice que, que como se ha visto en otras ediciones, la belleza no es el único requisito en las participantes.

“Ser bella ya no es suficiente en ninguna parte”, indica.